El grupo municipal de Podemos en Vitoria-Gasteiz ha urgido una solución para el ascensor ‘decorativo’ del Casco Viejo.

Han pasado ya 175 días desde que dejó de funcionar por última vez y continúa sin estar operativo. “El gran problema del elevador es que, cada vez que se rompe o que alguien rompe alguna de las láminas de vidrio, hay que encargar a Alemania una nueva ex profeso porque no hay en stock y eso supone una espera de tres meses.

Es una broma que sale muy cara, pero lo que no tiene sentido es que el gobierno esté dejando pasar aún más tiempo sin hacer nada con la excusa de que es un material caro y que conforme se coloca vuelve a producirse un ataque. Y encima, por no haber no hay ni un cartel que indique que el ascensor esté estropeado”, ha criticado el portavoz de la formación morada, Jorge Hinojal.

Fue en la comisión de Medio Ambiente y Espacio Público del 20 de junio cuando el gobierno, a preguntas de Podemos, ofreció esa explicación. Entonces el ascensor ya llevaba 110 días sin funcionar desde la última avería “y parece que decía en serio que no merecía la pena encargar la pieza porque han pasado otros dos meses y sigue parado”.

A juicio de Hinojal, el gobierno está demostrando “un pasotismo muy irresponsable” ante una infraestructura que se supone que se construyó para principalmente facilitar el tránsito de las personas mayores al ambulatorio del Casco Viejo.

«Si queremos una ciudad accesible e inclusiva, dejar que el elevador se muera del asco no es la decisión más sensata”, ha reprochado el concejal, quien ha recordado además que a la ciudadanía le cuesta el mantenimiento la friolera de 100.000 euros.
“Tenemos una empresa que se lo está llevando crudo y una ciudad que no puede hacer uso de la inversión.

. ¿Así hasta cuándo?”, ha preguntado Hinojal. Por eso, Podemos ha exigido al equipo de gobierno que encuentre ya una solución.

A principios de año los departamentos de Seguridad Ciudadana y Urbanismo dijeron que estaban estudiando la posibilidad de incrementar la vigilancia en la zona para atajar el vandalismo con nuevas cámaras o más patrullas. “Si se hizo algo de eso está claro que no funcionó, pero en todo caso no creemos que esa medida sea la más efectiva.

Pagamos un alto coste por algo que tal y como está diseñado no funciona. Por eso, lo que proponemos es revisar el contrato: analizar si es posible sustituir ese material por otro menos costoso que pueda estar en stock y tratar de renegociar los gastos de mantenimiento actuales”, ha apuntillado Hinojal.

El concejal apuesta, además, por incluir en la búsqueda de soluciones las rampas mecánicas que nacen en la Fuente de los Patos y llegan hasta el ascensor. “Por vandalismo o por averías, no hay una sola semana en la que todas estén funcionando.

Es una vergüenza andar así cuando la obra de de toda la zona superó el millón de euros. Por eso, hay que poner medidas definitivas. Todo lo que se ha hecho hasta ahora ha sido pan para hoy y hambre para mañana”, ha concluido.



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