Solo un 3 % de los negocios de Álava que están obligados a trabajar con Ticket Bai han implantado ya este sistema de control de facturas que será común en los tres territorios históricos.
Esta herramienta implica que todas las personas físicas y jurídicas que ejercen una actividad económica deberán usar un sistema de facturación que permita a las haciendas el control de ingresos con el objetivo de luchar contra el fraude fiscal.
En Álava, donde la Diputación de Álava financia con hasta 1.000 euros por negocio el coste de compra y renovación del software necesario, la puesta en marcha voluntaria de esta herramienta comenzó el 1 de enero, pero muchos negocios alaveses se han mostrado críticos con la manera en que se está desplegando.
En los tres primeros meses desde que arrancara ese periodo voluntario para instalar Ticket Bai (será obligatorio a partir de octubre) solo lo ha hecho el 3 % de los contribuyentes obligados a ello. Son en concreto 688 contribuyentes: 363 personas físicas y 325 jurídicas.
De los 688 contribuyentes que ya han implantado Ticket Bai, 72 realizan actividades de comercio, 132 actividades profesionales y 484 se dedican a otras actividades, según consta en una respuesta por escrito de la diputada de Hacienda, Itziar Gonzalo, a una pregunta de Ana Morales (PP) en las Juntas Generales.
En cuanto a los 325 negocios que ya cuentan con Ticket Bai, la mayoría 226 son microempresas, 52 pequeñas, 30 medianas y 5 grandes. Hay además una empresa pública y 11 que están parcialmente exentas.
En opinión de la popular Ana Morales estos datos evidencian que «las empresas, autónomos y pymes poseen enormes dificultades económicas y técnicas» para implantar este sistema de control, por lo que ha pedido que se retrase, que sea a coste cero con ayudas suficientes e inmediatas y que haya exenciones para los mayores de 60 años.
«Este dato del 3 % constata el fracaso del Diputación en su campaña de información y el fracaso de las medidas de apoyo técnico y económico», ha dicho Morales, que ha contrapuesto ese porcentaje con el 8,7 % de negocios de Gipuzkoa que lo han implantado de manera voluntaria «a pesar de que allí la obligatoriedad es más tarde, con un calendario progresivo hasta junio de 2023». EFE
Ese 3% es justamente el porcentaje de locales que saben lo que hacen y lo hacen bien. El resto, como siempre. De los que no dan tiques, mal servicio, aprovechan cualquier resquicio para sacar el mayor beneficio… Vamos, los llorones que menos deberían quejarse. Mientras no les multen, todo vale.
Hay que comprender que para los pequeños negocios comerciales, tiendas de barrios implantar el ticket bai supone un gasto y una carga administrativa inasumible. Ya se está pagando el impuesto con otros procedimientos y se puede controlar el impuesto de otra manera, ya que con este procedimiento no van a recaudar más en este tipo de negocios. Está claro que el punto de mira hay que ponerlo en otros ámbitos en los que no se hace factura y se paga en negro y que todos los conocemos. Recaudarían más dinero y se podría hacer más grande el mastodóntico aparato público y así podremos colocarnos todos y todas y ser más felices por el bien común.
No consiste en recaudar más, a costa de los tontos de siempre, sino de que paguemos todos. Hasta los hosteleros jetas, a los que les toleran todo.