El culebrón de la tortilla de patatas que no obtuvo el Récord Guinness tiene visos de eternizarse. El último capítulo tiene que ver con la recomendación del defensor del vecino vitoriano (Síndico) que anima al Ayuntamiento a pagar 50.000 euros pendientes a los organizadores del fracasado evento.

Hace unas semanas, en plena campaña electoral, los responsables de la organización de la Capitalidad gastronómica reclamaron al Ayuntamiento de la capital que les abonara los cincuenta mil euros que el alcalde Maroto dijo hace meses que no pagaría si no obtenían el certificado oficial de la firma londinense encargada de registrar las marcas mundiales.

Como no lo lograron, Maroto seguía en sus trece de no abonar ese dinero, así que los organizadores del fracaso decidieron una serie de acciones para meter presión: rueda de prensa criticando, reuniones con partidos políticos, amenazas con los tribunales y solicitud de amparo al Síndico y al Ararteko.

Pues bien, ya se ha conocido la primera opinión: la del Síndico. Según publica El Correo, este estamento ha recomendado al alcalde que pague esos 50.000 euros, aunque reconoce que podríamos hallarnos ante un supuesto de asesoramiento deficiente o incluso negligente.

Lo del Síndico es mundial, duda dela capacidad de asesoramiento pero hay que pagar. Total como el dinero no es suyo y es de todos los ciudadanos.



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