Sigue el debate sobre el macrocentro de refugiados en Vitoria que traerá a 350 personas. Y el de hoy mete caña para defender el proyecto. Habla de ejercer la «contundencia«. Amenaza en toda la regla. Desde lo que creen insuficiente este recurso. Es el caso de Ongi Etorri Errefuxiatuak Araba. Antes:
- A FAVOR: PSOE Lanzado a traer refugiados a Vitoria –
- EN CONTRA o poco convencidos:
- «No se abrirá el centro de refugiados en Vitoria»
- Vitoria: Habrá movilizaciones contra el macrocentro de refugiados
- Vecinos y familiares de mayores no quieren refugiados en la clínica
- A Rocío Vitero tampoco le convence el macrocentro de refugiados
- Urtaran censura
HOY:
«Centro sí, pero con condiciones», subrayan. Y piden «mesura y reflexión crítica, además de contundencia ante quienes quieren sembrar el miedo en los barrios» por la llegada de estas personas.
Lejos de dar mesura al debate. Lo enciende. No parece la terminología más adecuada para los que no están conformes con la idea. ¿Contundencia que significa?
El lenguaje bélico que marca la palabra «contundencia», ¿Da miedo?
Siguen con sus reflexiones (publicamos íntegras): Han pasado más de 7 años desde que, en 2015, quienes vivimos en Vitoria-Gasteiz salimos a la calle para clamar que somos una ciudad refugio. Aquella fotografía de Aylan Kurdi, el niño sirio ahogado, nos conmovió.
En estos años, nos han seguido conmoviendo imágenes de personas refugiadas huyendo
de Siria, Afganistán, Ucrania y otros países.
Respuesta deficiente. Sin embargo, conmovernos no es suficiente. La respuesta
institucional de nuestra ciudad a las necesidades de acogimiento de estas personas
refugiadas ha dejado bastante que desear en estos años (sobre todo si dejamos a un lado
la acogida excepcional a las personas ucranianas). De hecho:
• Vitoria-Gasteiz no ha respondido al aumento de personas refugiadas llegadas a la
ciudad (en 2015, 14 personas solicitaron asilo en Gasteiz; en 2022, 1.044). Desde
2015 no se han ampliado las plazas en los recursos habitacionales de urgencia.
Por el contrario, a quienes han llegado a las puertas del SMUS (Servicio Municipal
de Urgencias Sociales) pidiendo un lugar en el que alojarse, se les ha ofrecido 8€
para un billete de autobús, para irse a otra ciudad.
• Tampoco entendemos a qué se refiere el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz cuando
menciona su “modelo municipal de acogida”. ¿Existe un modelo municipal de
acogida? ¿Cuántos pisos de acogida a solicitantes de asilo ha puesto a disposición
el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz en estos años? ¿Qué centros pequeños ha
habilitado y con cuántas plazas? Solicitamos cifras concretas, que den cuenta de
esta política municipal en materia de refugio en estos años.
MÁS PLAZAS Y UN MODELO DE ACOGIDA INTEGRAL Y DIGNO.
En este contexto de inacción y de insuficientes plazas, Ongi Etorri Errefuxiatuak Araba vuelve a recordar a las instituciones la necesidad urgente de habilitar plazas habitacionales de acogida para las personas solicitantes de protección internacional que llegan a la ciudad (refugiadas, denegadas de asilo, apátridas, en tránsito…).
Estas plazas han de formar parte de un modelo de acogida integral y digno (reivindicación
que alejamos del debate vacuo entre modelo vasco o modelo estatal al que estamos
asistiendo estos días). Por “integral” entendemos lo siguiente:
• Que proporcione a las personas refugiadas el lugar seguro para vivir que necesitan
(en unos casos, centros; en otros casos, viviendas); el apoyo de profesionales de
diferentes ámbitos (psicológico, jurídico, lingüístico, laboral…); y una nueva vida en
un barrio, un pueblo o una ciudad, que les acoja y les acompañe.
• Que articule procedimientos, normas y leyes para que las personas refugiadas
puedan desarrollar en ese lugar su vida digna, con autonomía y con acceso a sus
derechos (a la sanidad, a la educación, a Lanbide, a la regularidad
administrativa…).
• Que plantee una intervención social desde lo comunitario, teniendo en cuenta las
necesidades de la población del barrio en el que se integran, y que evite la
confrontación entre personas residentes y personas recién llegadas.
CENTRO SÍ, PERO CON CONDICIONES.
En este marco de modelo de acogida integral, desde Ongi Etorri Errefuxiatuak Araba consideraríamos oportuna la apertura de un centro para personas refugiadas en Gasteiz, siempre y cuando venga acompañado de todas las siguientes medidas:
1. Que el centro no se abra en solitario, sino como parte de un conjunto de recursos
habitacionales (albergues, centros pequeños, pisos…) habilitados en la ciudad para
las personas refugiadas según sean sus perfiles y necesidades (recordemos que
hay solicitantes que pueden necesitar seguimiento profesional de 24 horas, y otras
personas para quienes vivir en un piso es la mejor opción).
2. Que su ubicación se decida según un plan general de reutilización de inmuebles de
titularidad pública hoy vacíos o infrautilizados (Betoño, Palacio Escoriaza, Colegio
Ignacio Aldecoa, Gobierno Militar…) para dar respuesta a otras necesidades
sociales: personas de tercera edad con dependencia severa, personas en tránsito
o situación de calle, jóvenes…
3. Que su apertura se apruebe junto a un plan operativo municipal y plurianual que
destine y organice recursos educativos, sanitarios y sociales para sus residentes.
¿A qué colegio asistirán, en el caso de ser familias con menores? ¿Qué vías de
empadronamiento se activarán? ¿Cómo se gestionarán los procedimientos
administrativos referentes a la petición de asilo? ¿Qué regulación del mercado de
vivienda de alquiler se promoverá para dar respuesta a las necesidades de vivienda
de las personas cuando salgan del centro?
4. Que se acompañe de un programa de intervención comunitaria en el barrio (en
Arana o en el barrio en el que se vaya a ubicar), diseñado por la comunidad y con
financiación plurianual, centrado en la promoción de la convivencia intercultural.
Este programa tendrá en cuenta las necesidades de la población del barrio y evitará
la confrontación entre migrantes y personas mayores. Ambos colectivos tienen
necesidades específicas a las que se puede dar respuesta, si hay voluntad política
5. Que, una vez abierto el centro, se gestione en coordinación con mesas de diálogo
participadas por asociaciones de vecinos y vecinas, instituciones, colegios, centro
de salud…
NO A LOS DISCURSOS ALARMISTAS; SÍ A LAS POLITICAS PARA PROTEGER LA
VIDA Y EL BIENESTAR DE LAS PERSONAS.
Entretanto, pedimos a los partidos políticos que no enfanguen el debate buscando réditos electorales.
Decimos no al lenguaje incendiario que promueva los clichés caducos o estereotipos que
generan miedo (un centro no tiene por qué ser una hilera de barracones con literas).
Instamos a las y los representantes políticos a que no infundan miedo en la población con
discursos alarmistas. En Gasteiz hay recursos habitacionales de gran tamaño (por ejemplo,
la Residencia Universitaria del Campus de Álava Tomás Alfaro Fournier cuenta con 220
plazas) que no han generado polémica. No hablemos de macrocentros.
Demandamos honestidad a todos los agentes sociales a la hora de hablar de modelos de
acogida: el llamado modelo vasco de acogida dispone de centros como Oñati (11.500
habitantes) con una capacidad para 80-100 plazas, que ha sido integrado en la realidad
cotidiana del pueblo sin conflictividad.
Aplaudimos a los barrios de Arana, Judimendi, Santa Lucía, Aranbizkarra por su capacidad
de acogida demostrada todos estos años y les pedimos que no se dejen tildar de barrios
racistas o xenófobos. Su población es madura, entrada en edad (40% mayores de 65 años), y sus reticencias a un centro para personas refugiadas solo tienen que ver con que el centro no se vaya a destinar a ser un centro para personas mayores, como llevan años
demandando.
Les solicitamos mesura y reflexión crítica, además de contundencia ante quienes quieren sembrar el miedo en los barrios.
Urgimos a los diferentes agentes políticos, sindicales y sociales de Euskal Herria a abrir un
marco de debate y diseño de políticas con que responder de forma integral a las personas
que, por los motivos que sean, llegan a este territorio en busca de seguridad y una vida
que merezca la pena ser vivida. Solo entonces podremos decir que Euskal Herria es
realmente un pueblo de acogida, que implementa políticas para proteger la vida y el
bienestar de las personas, de los pueblos y de los bienes de la naturaleza, poniendo los
cuidados y la vida de todas en el centro.
Exigimos que se respeten las disposiciones del Derecho Internacional, en particular el
Convenio de Ginebra relativo a las personas refugiadas, y que se actualicen los supuestos
por los que una persona puede ser sujeto de refugio. Amparando, así, a todas aquellas
personas obligadas a abandonar sus lugares de origen a causa de nuestro actual modelo
extractivista, depredador y ecocida.
Esto es un pandemonio en el que cada cual arrima el ascua a su sardina. Unos han declarado -y ellos sabrán con qué derecho- que «Vitoria es una ciudad refugio»; otros no quieren ni oír hablar del asunto, y hay terceros a los que la cosa les suena a música celestial. El ciudadanito de a pie, como siempre, observa la situación alucinando por un tubo.
Lo único que habría que hacer es buscarles un trabajo para que puedan pagarse su vivienda y necesidades, y coticen para contribuir al mantenimiento de los servicios públicos, como hacemos todo hijo de vecino.
Los ongi etorri pueden pagarles de su dinero lo que quieran, pero no exigir a los demás que trabajen para pagar los gastos a los que no contribuyen.
Qué más da que lleguen otros 300 ó 400, tampoco se va a notar demasiado…
Una pregunta ingenua: ¿quien va a pagar todo esto?
Muchísimos a los que llaman «refugiados», no lo son, son inmigrantes económicos. Primeros perjudicados de esto: los verdaderos refugiados
Y todos sabemos lo que pasa cuando «con las mejores» intenciones, los de siempre pretenden convertir nuestros barrios en corralas para satisfacer sus sandeces-
El vitoriano comun es cobardon para hablar de estas cosas , pq » a ver si me llaman» . Ya no hay miedo, solo queda inseguridad y cada vez mas pobreza. Lo digo a las claras, no queremos centros de refugiados
La experiencia que nos da en Gasteiz años y años haciendo el canelo social, desde la época Cuerda, mientras otras ciudades han mirado siempre para otro lado, nos permite decir que estamos hasta el gorro de ser «acogedores» y que hay muchas ciudades vascas y españolas que tienen mucho camino que recorrer hasta llegar a nuestras cifras arrimando el hombro.
El deterioro de la calidad de vida en Gasteiz ha sido exponencial en los últimos años, así como el aumento de los problemas sociales.
Se puede decir más alto, pero no más claro….
Totalmente de acuerdo
Recientemente decía el señor delegado español, que l@s gasteiztarrak y alavese/as teníamos la oportunidad de ser solidari@s, ¿pero cuanto más? ¿ya sé habrá enterado bien de lo solidari@s que somos? Se habrá enterado ya de los guetos que tenemos por estos lares, en Sansomendi, Calle Bremen, Kasko viejo, Coronación, etc, etc, etc.. diciendo que ahora no se dejen tildar de barrios racistas o xenófobos? Varias asociaciones, incluidas la de vecin@s, los partidos PNV, EH Bildu, E.Podemos y PP,Cs, ya han dicho que ¡¡no!!, que esa clínica la quieren para rehabilitar una residencia o similar. El autoritarismo del PSOE, que es muy claro, concreto y notorio, será tenido en cuenta en las próximas elecciones.
Yo no quiero mas personas que no vengan a trabajar. Ya está bien. No con mi sudor. Que luego te haces viejito y para tí no llega y eso que has estado toda tu vida laboral llenando la bolsa. Y que nadie diga lo contrario por que miente. Sé muy bien de lo hablo.