El Ejecutivo autonómico ha manifestado su criterio desfavorable a la toma en consideración de la proposición de ley de EH Bildu para la creación de una oficina de buenas prácticas y anticorrupción al alegar que en Euskadi ya existe «un extenso entramado jurídico e institucional que vela por la integridad, el impulso de la transparencia y la prevención y el combate de la corrupción».
En la comparecencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno Vasco, su portavoz, Bingen Zupiria, ha asegurado también que es una iniciativa prácticamente idéntica a la presentada por el mismo grupo parlamentario en 2020 y que entonces fue rechazada.
En su argumentación, el Gobierno Vasco señala que ya hay un entramado vasco para prevenir la corrupción, en el que ha enmarcado al Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, al Ararteko y a la Agencia Vasca de Protección de Datos, entre otras entidades.
Además, aclara que no comparte el modelo de control que plantea EH Bildu, ya que «reproduce la experiencia aplicada en el Estado con escasa eficacia», por ser «más represiva que preventiva».
Tras esta decisión, EH Bildu ha considerado que la lucha contra la corrupción no está entre las prioridades del Gobierno Vasco que no quiere «asumir compromisos de verdad» para hacer frente a este problema.
El parlamentario de la coalición soberanista Josu Estarrona ha recordado que EH Bildu ha propuesto en tres ocasiones la creación de este organismo y ha dicho que si se quiere vivir en un país «decente» se debe dotar de «mecanismos suficientes para que ni la corrupción ni las malas prácticas tengan sitio», para «garantizar que en el futuro no haya más casos De Miguel».
A su juicio, es «sorprendente» la decisión del Gobierno Vasco al considerar una «contradicción que los mismos partidos que en Navarra han avalado la creación de una oficina anticorrupción propuesta por EH Bildu se posicionen en contra en la COmunidad Autónoma Vasca». EFE
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