Ha pasado un año. A finales de septiembre de 2018, los Pichis tenían ya las llaves de su «nuevo» piso en Asteguieta.

Las llaves y los papeles en regla para acudir al domicilio desde entonces.

Sin embargo, nada se sabe. No están viviendo allí.

Unas fuentes hablan de que han ido a Bilbao, otras que viven en el Casco Viejo y otra que siguen en Lakua. El hermetismo institucional es absoluto.

«Los Pîchis no están en el pueblo».

Periodistas de este medio, vieron al patriarca en la calle Correría hace unos días.

Un pueblo que se manifestó continuamente por su supuesta llegada. Después de distintos capítulos de tensión en el barrio de Abetxuko.

Por aquellas fechas del año pasado, llegaron escoltados al barrio. Se acercaron acompañados de la Policía a su vivienda, colocaron la toma de gas, la alarma en la puerta blindada…

A día de hoy, el silencio se apodera de la situación. «Un silencio extraño», aseguraban los vecinos desde hace meses, que siguen convencidos de que el clan no quiere llegar definitivamente a Asteguieta.

 


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7 Comentarios

  1. Entonces, ¿para qué tanta prisa en adjudicarles el piso, si luego no viven allí?
    Tantas y tantas familias en Vitoria pasando penurias, que necesitan (y seguramente merezcan más que esta gente) la ayuda de las instituciones, y éstas les dan la espalda y permiten que ese piso esté vacío.

    Después, a mí y a otros tantos vecinos que adquirimos una VPO hace ya un tiempo, nos piden facturas de agua y gas de los últimos dos (DOS!) años para demostrar que estamos viviendo ahí. No vaya a ser, que, aparte de ser pobre, no lo parezcas.

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