El párroco de la iglesia de San Cristóbal de Vitoria celebró una peculiar misa de Domingo de Ramos, con la iglesia vacía pero con los bancos del templo repletos de fotografías de sus feligreses.

Rubén, que así se llama el sacerdote, «superó» el confinamiento decretado por el estado de alarma y ofició este pasado domingo la misa de esta manera que ha sido saludada por la Diócesis de la capital alavesa por su «preparación tan cariñosa».

El propio párroco ha colgado en Twitter un vídeo en el que muestra su iglesia vacía pero con la decena de bancos corridos plagados de fotografías de sus fieles.

«Yo también os echo de menos pero así os tengo presentes, os veo las caras», dice el párroco quien recuerda que como consecuencia de esta pandemia todo el mundo está preocupado los unos por los otros y unidos «como quiere Jesús que estén los cristianos».



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