El Ayuntamiento de Vitoria reconoce que cobró un servicio de podología a una persona mayor de 77 años de edad, aunque no realizó el tratamiento previsto.
La hija de la afectada denuncia, con educación, su caso ante el Consistorio: «Quiero poner una queja hacia el Servicio de Podología. Mi madre, 77 años, se desplaza en silla de ruedas. Tenía cita en el servicio de podología en el Centro San Prudencio. Por circunstancias (dada su situación), ha llegado menos de 10 minutos tarde«
«No le han querido atender y el servicio se paga de manera anticipada. Mi madre quiere saber si le van a dar otra cita, si le van a devolver el dinero
Y pregunta finalmente «cuánto dinero recauda el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz de esta manera tan poco atenta para con la ciudadanía de mayor edad y con dificultades de movilidad», concluye el escrito.
NI CITA, NI DINERO
El Ayuntamiento ha corrido a defender sus dineros ya conseguidos: «En el servicio de podología de BIZAN atendemos a personas mayores, de 60 y más años. La normativa indica que se precisa puntualidad debido a que las citas están concertadas cada 15 minutos y la demanda es muy grande.
Así mismo, se indica que el precio del servicio se paga anticipadamente. Está detallado igualmente que, en el caso de no atender a la puntualidad requerida, no se atenderá a la persona usuaria y no se devolverá el dinero», termina en el Buzón Municipal.
- ¿Hay que ser tan estricto en determinadas circunstancias?
- ¿Se puede tener manga ancha?
- ¿Hay que cumplir la norma a rajatabla?
- ¿Qué opinas?
La gente toma la falta de puntualidad como algo normal y no debería de serlo. Aburrido de que la gente se crea que puede llegar tarde al restaurante, la esteticién o la peluquería…pero luego no aparecen tarde para ir al teatro o una cita en el médico o al ayuntamiento. Si no llegas a tu hora te arriesgas a perder tu cita y si va con prepago el dinero y punto. Todas las empresas que funcionan con cita previa deberían de proceder así, que no apareces pues no tienen porque esperar los próximos 20 clientes por su falta de puntualidad.
Totalmente de acuerdo con este comentario. La imputualidad, es una falta de respeto.
Estoy de acuerdo con que la impuntualidad es una falta de educación y respeto.
Este servicio de podología, lo sé por experiencia propia, al momento del pago te ruega puntualidad y te previene que si no se es puntual no se atiende, se pierde la cita y no se recupera lo pagado, aunque también es cierto que dada la circunstancia particular de la anciana, que se desplazaba en una silla de ruedas, el servicio de podología muy bien podía haber tenido un poco de comprensión cristiana y haberle atendido en otro momento.
De lo que no tengo la menor duda es que si esto hubiese ocurrido con cualquiera de nuestros políticos con mando en plaza o con un familiar suyo, la cosa hubiese sido muy distinta.
Sin pensar lo que se dice, tenéis toda la razón, ¿Y qué habría que hacer cuando te da hora el dentista, el oftalmólogo, el médico del ambulatorio, el notario, el abogado, la gestoría, el banco… o sea, todos, y te hacen esperar como poco un cuarto de hora, y hasta tres cuartos de hora muchas de las veces? A la gente la han acostumbrado a llegar tarde ellos. Llegan tarde para tener que esperar menos. Ellos apuran los tiempos para no perder minutos entre cliente y cliente, y se les amontonan en las salas de espera, pero si un día te retrasas y no tienen a nadie esperando, te llaman la atención.
Muy posiblemente te toque esperar porque varios indigentes mentales decidieron llegar tarde para no tener que esperar como tú dices.
Tengo entendido que este servicio que prestan a nuestros mayores es bastante económico y que la persona que ejerce ese trabajo es una profesional como la copa de un pino. En la vida todo el mundo tiene problemas y me parece muy feo que se busque la escusa o la triquiñuela para poner a parir un servicio como el de la podología de nuestros mayores