SOS Racismo ha animado este jueves a los guipuzcoanos a participar como voluntarios en el proyecto de mentoría social Izan Harrera, que consiste en dedicar unas horas a la semana a conversar o hacer planes con un migrantes con el objetivo de facilitar su proceso de inclusión social.

En su cuarta edición, el proyecto no se destina Únicamente a personas con estatus de refugiado sino a migrantes en general, siempre que tengan sus necesidades básicas cubiertas, una de las condiciones para participar en IZAN Harrera.

SOS Racismo calcula que podrán alcanzarse diez parejas de voluntario y acompañante, aunque espera obtener el máximo número posible, han señalado las representantes de SOS Racismo Gipuzkoa Silvana Luciani, y de Zehar Errefuxiatuekin Lide Madinabeitia.

Luciani ha explicado que el propósito de Izan Harrera es ser un «complemento» al proceso de inclusión en la sociedad y facilitar la posibilidad de encontrar una «amistad inesperada».

El voluntario que decida participar debe comprometerse a pasar al menos 3 horas a la semana con el migrante durante siete meses, ha indicado Luciani, que ha insistido en que el objetivo es «generar un vínculo», lo que requiere de un tiempo.

SOS Gipuzkoa realiza entrevistas de valoración a las personas interesadas y se les ofrecen sesiones informativas sobre los detalles del programa.

Madinabeitia ha incidido en que es importante que el voluntario tenga «disponibilidad» de tiempo así como un mínimo conocimiento del idioma para que la comunicación pueda fluir.

Para los migrantes la experiencia les permite aumentar sus relaciones sociales, «salir de círculo en el que se mueven», y aprender sobre la sociedad que les ha acogido mientras el mentor amplía también sus conocimientos sobre una cultura diferente.

Ha señalado que, según datos del Ministerio del Interior, en 2022 4.080 personas solicitaron asilo en la Comunidad Autónoma Vasca, de las cuales 2.023 fueron en Bizkaia, 1.044 en Álava y 1.019 en Gipuzkoa, según datos del Ministerio del Interior.

Por procedencias en primer lugar han sido migrantes originarios de Venezuela, seguidos de los de Colombia, Perú, Marruecos y Nicaragua.

La representante de Zehar Errefuxiatuekin ha remarcado que la mayoría de las solicitudes son denegadas por lo que este año Izan Harrera ha decidido incluir en el programa a personas que no tienen el estatus de refugiadas, «porque su situación es la misma».

En la presentación ha intervenido también Iñaki Olaetxea, quien ha contado su experiencia como mentor en la primera edición con una familia kurda que, al igual que la suya, es de cuatro hijos y con la que siguen manteniendo una estrecha relación de amistad.

«Al principio nos parecía que éramos muy diferentes pero según pasó el tiempo nos dimos cuenta de que en realidad tenían los mismos deseos de vivir tranquilos y sacar a los hijos adelante», ha explicado.

Alberto Ariño, que acompaña a Modibo, un joven que llegó de Mali en una patera, ha señalado que es una experiencia «muy enriquecedora» y se encuentra «muy a gusto».

«A veces tomamos un café, otras veces vamos al monte, o a la playa, e incluso fuimos a la nieve que Modibo no conocía», ha relatado.EFE



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