Opinión Norte Exprés
Es sabido que este Ayuntamiento de Vitoria no acepta opiniones diferentes a las suyas. El Gabinete Urtaran tiene como norma enfrentarse a todo trapo si no le gusta la libertad de expresión de otras personas.
El gabinete hace llamadas a cuantos periodistas le salen al paso. Repito, hace llamadas a periodistas para protestar si no le gusta un comentario o un titular. Y en ocasiones de malas maneras.
De todos es sabido que Urtaran no acepta las críticas y hace lo imposible para no dar información, taparla, retirar suscripciones, mentir y tratar de impedir que algunos medios se lean. Es su estilo. No se da cuenta que cuanto más censura, más se buscan esos medios.
Esta semana, Borja Belandia ha hecho lo mismo. Prohibió hablar en una reunión de vecinos a quien no le iba a dorar la píldora. Nadie debiera sorprenderse, porque Borja fue gestor de Canal Gasteiz y se dedicó a despedir periodistas que no era capaz de controlar. Ese es su currículum.
La libertad de expresión en Vitoria está más difícil que nunca. Los censores gobiernan el Ayuntamiento de la ciudad.
Su bandera es el «te callas, y punto».