LAB ha pedido a la sociedad vasca que sea consciente del «grave riesgo que corre cuando los equipos de emergencias» sanitarios no están garantizados «en su totalidad».
Este sindicato se ha referido al fallecimiento de un vecino de Llodio (Álava) tras ser trasladado en una ambulancia al hospital, una muerte que el equipo municipal de esta localidad y su alcaldesa, Ainize Gastaka, achacaron a la «ausencia de personal médico en la UVI móvil».
Por su parte, el Departamento de Salud aseguró que el paciente fallecido sufría una lesión cardíaca «muy grave» y que Osakidetza movilizó los recursos disponibles «con la información de la que se disponía en cada momento».
En un comunicado, LAB ha sostenido que «tras décadas de desidia, una vez más, la falta de cobertura de puestos en emergencias ha tenido como consecuencia el fallecimiento» de una persona.
A su juicio, Osakidetza sigue apostando por «parchear» la situación con medidas que aumentan las situaciones de riesgo ya que los trabajadores «asumen jornadas de trabajo maratonianas» con horas extras.
Tras asegurar que la flota de las UVI móviles tiene «grandes deficiencias» y que el centro coordinador está siendo gestionado por una única enfermera durante largos periodos de tiempo, LAB ha reclamado medidas «estructurales» para hacer frente a la actual situación.
Además ha hecho un llamamiento a la sociedad a secundar las movilizaciones que se convoquen en defensa de un sistema sanitario «público y de garantías». EFE