ACTUALIZACIÓN DÍA 7:
El hombre acusado de propinar «brutales palizas», vejar y violar a su mujer, a la que supuestamente causó un desgarro vaginal, ha negado hoy los hechos que se le imputan, mientras que su esposa, que tras poner la denuncia la retiró, ha mostrado su disposición a volver con él porque sus hijos «necesitan mucho» a su padre.
El juicio contra este hombre ha arrancado hoy en la Audiencia Provincial de Álava con su declaración y la de su mujer. El Ministerio Público solicita para el acusado 18 años de cárcel y la defensa su absolución.
Durante su declaración, el hombre, de nacionalidad paquistaní al igual que su mujer, ha negado cualquier maltrato sobre su esposa, así como la violación que se le imputa, ya que según ha asegurado se trató de una relación consentida. Además ha asegurado que fue él quien la llevó al hospital la noche del 4 de octubre de 2015 cuando vio la sangre en las mantas.
También ha dicho que no controlaba sus comunicaciones y sus amistades, que no le prohibió aprender español, sino que incluso fue él quien la acompañó a apuntarse en un centro en Vitoria y ha asegurado que cree que le denunció por un tema económico.
Asimismo ha explicado que su matrimonio fue concertado en Pakistán en 2003 y ha asegurado que perdona a su esposa por denunciarle.
La mujer, que tras interponer la denuncia la retiró y ha renunciado a las acciones civiles y penales que le correspondan, ha respondido sólo a algunas de las preguntas que le ha hecho la Fiscalía y se ha acogido a su derecho a no responder a las cuestiones que podrían perjudicar a su marido.
Precisamente no ha respondido a aquellas que hacían referencia en concreto a las presuntas palizas que recibía y tampoco a la pregunta de si su marido la obligó a tener relaciones sexuales.
Sí que ha afirmado que en el último año le han pasado cosas «muy fuertes», que ha perdido a su madre, que no tiene nadie en Vitoria y sus tres hijos son pequeños y «necesitan mucho» a su padre.
INFORMACIÓN DÍA 3: (EFE).- La Fiscalía de Álava pide 18 años de cárcel para un hombre acusado de propinar «brutales palizas», vejar y violar a su mujer, a la que causó un desgarro vaginal que precisó de tratamiento quirúrgico.
El escrito de acusación explica que el acusado y su víctima se casaron en 2003 en Pakistán, de donde son ambos, y tuvieron tres hijos. Añade que en 2008 llegaron a España y que en 2012 fijaron su residencia en Vitoria.
Según relata la Fiscalía, desde el comienzo de la relación, el hombre ha tratado con desprecio a la mujer, la ha insultado, le ha impedido tener acceso al dinero, ha controlado sus comunicaciones y solo le ha dejado salir para llevar a los niños al colegio.
Añade que antes de llegar a Vitoria las palizas eran continuas y que a pesar de que en varias ocasiones le llegó a romper el labio, nunca acudió a un centro médico para ser tratada ya que se lo impidió el acusado.
Sin embargo, tras una fuerte agresión que le provocó «intensos dolores de cabeza», la mujer logró viajar a Pakistán y acudir al medico. Después se trasladó a Francia, donde vive su hermano, negándose a retomar la relación con el acusado, quien sin embargo viajó hasta el país galo para pedirle perdón y le prometió que no volvería a pegarla, por lo que ella regresó a España con él.
El fiscal explica que desde que ambos viven en Vitoria han cesado las «brutales palizas» pero continúan los insultos, gritos y empujones, «siempre en el domicilio común y en presencia de los hijos menores». También dice que continuó el control de las amistades y salidas, y que el acusado impidió a su mujer aprender castellano.
En el escrito de acusación también se relata que en octubre de 2015 el hombre forzó a su mujer a tener relaciones sexuales y le causó un desgarro vaginal que precisó tratamiento quirúrgico.
La Fiscalía indica que a consecuencia de todo este trato, la víctima presenta un cuadro compatible con el trastorno adaptativo.
La mujer, que tiene una orden de protección, ha renunciado a las acciones civiles y penales que le corresponden.
El representante del Ministerio Público considera que el acusado es autor de un delito de maltrato habitual, otro de agresión sexual y otro de lesiones agravadas. Además de los 18 años de cárcel pide que se le prohíba durante 20 años acercarse o comunicarse con ella a menos de 200 metros.
El juicio por estos hechos tendrá lugar la próxima semana en la Audiencia Provincial de Álava. EFE
¿Dónde están Emakunde y las otras 54.780 asociaciones feministas para defender y/o protestar por esta pobre mujer? ¿Y el minuto de silencio para mostrar la repulsa por este agresor? Cri cri cri…..