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La movilidad, sobre todo en las grandes ciudades, sigue siendo uno de los principales problemas para los ciudadanos y uno de los grandes retos para los ayuntamientos y sus políticos, que en estas semanas, como siempre que hay elecciones, prometen mejor transporte público, más carriles bici o modelos urbanos más amigables.

En Vitoria:
  • EH Bildu buscará el calmado del tráfico a través de la declaración de la capital alavesa como «Ciudad 30», en referencia al límite a 30 kilómetros por hora para el tráfico que adoptó Bilbao en 2020.
  • El PP anuncia que “quitaremos el carril exclusivo al BEI para que circule como un autobús normal”.
  • El PNV avisa que «rectificará parcialmente» cuestiones relacionadas con la movilidad y la semaforización.

Las capitales vascas buscan una movilidad más sostenible pese a los «atascos»

EFE).- Las tres capitales vascas se dirigen en los últimos años hacia una movilidad más sostenible en sus calles, con transportes menos contaminantes, aunque por el camino aparezcan «atascos» en la aplicación de las medidas.

La limitación de la velocidad en todas las calles de Bilbao a un máximo de 30 km/h, la puesta en marcha del sistema de autobuses eléctricos BEI en Vitoria y el plan Datorren Donostia son algunos de los proyectos que, con sus pros y sus contras, reflejan el desarrollo de unas fórmulas de movilidad urbana en la que los coches tendrán en el futuro menos protagonismo, en favor de peatones y ciclistas.

Por el momento, no obstante, surgen inconvenientes en la adaptación de las medidas, particularmente para los conductores de Vitoria y San Sebastián por las congestiones de tráfico en sus calles en los últimos tiempos.

VITORIA

Además del tranvía, la que fuera Capital Verde Europea en 2012 ha implementado otro transporte público sostenible: Hace poco más de un año se inauguró el BEI, un sistema de autobuses totalmente eléctricos que circula por carriles exclusivos en gran parte de su recorrido con preferencia semafórica.

Tiene dos líneas, cada una con 23 paradas y ha cerrado su primer año de funcionamiento con casi 2,7 millones de viajes.

Sin embargo, mientras que el tranvía se ha integrado en la ciudad y cuenta con la aprobación de los vitorianos, el BEI está envuelto en la polémica política y ciudadana desde su inicio. Los carriles exclusivos por donde circula han sustituido varias vías antes utilizadas por los vehículos y en hora punta en algunas zonas de la urbe se generan grandes atascos para el tráfico rodado.

El Ayuntamiento no ha conseguido hasta ahora solucionar este problema, que se ha convertido en arma electoral.

Tampoco el consistorio ha logrado un consenso político para regular el uso de otra de las formas de movilidad que se ha incrementado considerablemente como son los patinetes eléctricos, que el año pasado provocaron 228 accidentes en la ciudad, 78 más que en 2021, en los que hubo 137 heridos.

La seña de identidad de la capital vasca sigue siendo la bicicleta. Es una de las ciudades españolas donde más se utiliza este medio de transporte y la red de carriles bici sigue extendiéndose. Este mandato el Ayuntamiento ha impulsado la construcción de otros 42 kilómetros de bidegorris y suma 194 kilómetros.

BILBAO

En Bilbao hay consenso político en torno al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), la hoja de ruta de la ciudad en este ámbito hasta el año 2030, que, según los responsables locales, ha alcanzado en el último mandato municipal un grado de cumplimiento del 58 %, aunque la oposición cree que va con retraso.

Una de las actuaciones estrella del PMUS se activó en septiembre de 2020 con la limitación de la velocidad de los vehículos a un máximo de 30 km/h en la totalidad de las calles de Bilbao, que se convirtió así en la primera ciudad del mundo de su tamaño en imponer esta restricción.

Más de dos años y medio después, la velocidad media en la capital vizcaína se sitúa actualmente en 26,1 km/h; el ruido ha bajado en 6 decibelios de media en todo el municipio; y la contaminación se contiene en valores permitidos, según los datos que maneja el ayuntamiento.

Algunas voces pidieron suprimir la limitación de velocidad en todas las calles, debido a la dificultad de cumplir la medida sobre todo en determinadas vías, y el ayuntamiento admitió que algunos conductores se «relajan» y rebasan los 30 km/h.

Pese a todo, los responsables municipales insisten en que se trata de una actuación beneficiosa para la ciudad y para los vecinos, y que se mantendrá el «Bilbao a 30», con los «radares pegadógicos» instalados para avisar a los conductores de la velocidad a la que circulan y con multas para quienes infrinjan la norma.

En una ciudad en la que el 67% de los desplazamientos internos se hacen a pie, otra de las actuaciones de movilidad más destacadas en Bilbao en el último mandato ha sido el aumento de ascensores y rampas mecánicas para mejorar el acceso a los barrios altos de la ciudad, de manera que el «Botxo» dispone ahora de 64 elevadores públicos y 20 rampas, utilizados 16,5 millones de veces en 2022. En el futuro habrá más.

En busca de más espacio para el peatón, el consistorio bilbaíno ha continuado este mandato con una mayor peatonalización de las calles, con actuaciones como la apertura del paseo del Canal de Deusto, el establecimiento de la preferencia peatonal en el Casco Viejo y las obras en marcha en las céntricas calles María Díaz de Haro y Rodríguez Arias.

El aumento de la movilidad ciclista y la renovación de la flota de Bilbobus, con más vehículos híbridos y eléctricos, son otras de las actuaciones del PMUS llevadas a cabo en los últimos años y que continuarán en el próximo mandato.

Al margen del Metro de Bilbao, más de carácter interurbano, otro elemento de la movilidad interna en la capital vizcaína es el tranvía, que tras la última ampliación contabilizó 2,6 millones de usuarios en 2022, un 27% más que en 2021.

Con más viajeros que en Bilbao, el tranvía es el principal medio de transporte en Vitoria.

Fue el 23 de diciembre de 2008 cuando se inauguró la primera línea del tranvía de Vitoria. Entonces la red tenía 5 kilómetros y 12 paradas. Ahora suma 12 kilómetros y 28 estaciones tras la reciente inauguración del ramal que atraviesa el populoso barrio de Salburua y se ha consolidado como el principal transporte público de la ciudad con 6,6 millones de viajeros en 2022.

SAN SEBASTIAN

En San Sebastián, la movilidad será uno de los asuntos cruciales en esta campaña electoral después de varios meses de debate en torno a las restricciones de tráfico en el centro de la ciudad.

El Ayuntamiento elaboró el pasado año el plan Datorren Donostia, que cerraba a la circulación el centro de la ciudad, pero antes de llegar a ponerlo en marcha deberá redefinirlo para adaptarse a la obligatoriedad de decretar el centro como Zona de Bajas Emisiones.

La implantación de esta zona coincide además con la polémica que han levantado los recientes cambios de tráfico en la ciudad, que incluso han provocado un conflicto interno en el gobierno de coalición de PNV y PSE.

En el consistorio donostiarra todos los grupos municipales, salvo el PNV, se han mostrado críticos con la gestión del tráfico.

La modificación del sentido de la circulación en algunas arterias principales de San Sebastián se produce también como consecuencia de las obras de la pasante del Metro de Donostialdea, otro de los proyectos que siempre levanta polvareda con el rechazo frontal de EH Bildu, y el apoyo condicionado de Podemos, que entiende que puede ser «útil» siempre que esté integrado en un plan de movilidad sostenible.

La ejecución de la pasante subterránea del Topo -proyecto también conocido como Metro de Donostialdea- consiste en llevar las vías de Euskotren hasta la misma playa de la Concha.

Se trata de un proyecto ambicioso y muy polémico, que se está enfrentando a múltiples dificultades técnicas, sobre todo en la zona próxima a la playa.

De hecho, ETS tuvo que volver a licitar este tramo, lo que ha retrasado las obras, cuyo final está previsto para 2025.

ESPAÑA

De cara a las municipales del 28M, tanto los partidos como los candidatos vienen divulgando programas y haciendo promesas sin demasiadas novedades respecto a las medidas puestas ya en marcha, que en ocasiones han generado un amplio debate político, como ha ocurrido en la capital de España con Madrid Central y la extensión de Bicimad o en Barcelona con su modelo de «supermanzana» o «superilla» y la ampliación del tranvía.

UN APARTADO DESTACADO EN LOS PROGRAMAS ELECTORALES

– El programa marco del PSOE incluye un epígrafe denominado «Una nueva manera de moverse en la ciudad» que plantea ayudas a bonos de transporte y fomento del vehículo compartido, el diseño de redes para bicicletas «seguras y continuas» y un transporte «saludable» y «sostenible».

– El del PP se declara partidario de la movilidad eléctrica, el hidrógeno y los combustibles no contaminantes y apuesta por carriles para vehículos de alta ocupación (dos o más pasajeros y motos), incentivos y bonificaciones para diferentes grupos de usuarios y el fomento del transporte público interurbano, «promoviendo la implantación de un mapa concesional».

Unidas Podemos quiere apoyar el coche eléctrico o con tecnologías alternativas, atender la demanda de tren de todos los municipios de más de 20.000 habitantes en 2030, mejorar la frecuencia y las rutas del autobús, el tranvía o el metro y crear una tarjeta única de transporte, «gratuita para menores de 26 años».

EN MADRID EL REY ES EL AUTOBÚS

En Madrid, el candidato del PP a la reelección, José Luis Martínez-Almeida, se ha comprometido a que los autobuses nocturnos -los «búhos»- pasen como mucho cada 15 minutos, mientras el sistema de alquiler de bicicletas eléctricas Bicimad se sigue «estabilizando poco a poco» tras los problemas generados por su extensión y se acaba de estrenar un nuevo modelo de patinetes eléctricos.

La candidata socialista, la exministra Reyes Maroto, ha anunciado una tarjeta joven de autobús para viajar gratis hasta final de año, también con Bicimad incluida, y que reordenará el eje Atocha-Cibeles para que sea un «espacio para las personas y no para los coches».

Rita Maestre, la aspirante de Más Madrid, ha propuesto una red de 11 líneas de buses de alta velocidad con carriles propios, como «tranvías modernos» capaces de llevar hasta 500.000 viajeros diarios, como una forma de que nadie tarde más de 30 minutos en llegar al centro ni más de 45 en ir «de un extremo a otro de la ciudad».

A su vez, el candidato de Vox, Javier Ortega Smith, ha avisado de que una de sus «exigencias» será que «todos los coches», tengan la etiqueta ambiental que tengan, puedan circular «libremente» por la ciudad salvo en los días y puntos con mayor contaminación.

EN BARCELONA, A VUELTAS CON LA «SUPERILLA» Y EL TRANVÍA

Ada Colau, alcaldesa y candidata a la reelección, defiende que su modelo de «supermanzana» o «superilla» avanza hacia una ciudad «más habitable», gana espacio «verde y peatonal», reduce contaminación y vehículos privados e impulsa la economía de proximidad.

El alcaldable de ERC, Ernest Maragall, impulsará un plan de reducción de tráfico en toda la ciudad y una propuesta «equitativa, distribuida, acordada y compartida con la ciudadanía» alternativa a las ‘superilles’.

El candidato de JxCat y exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, abandera la oposición a las obras del tranvía por la Diagonal en marcha y está abierto a plantear una consulta -«si me presionan mucho», dice- para decidir sobre la continuidad de los trabajos.

También se oponen los aspirantes del PP, Daniel Sirera -que por otra parte ha prometido que las motocicletas matriculadas antes del 2003 podrán circular «las 24 horas del día»-; Valents, Eva Parera; y Cs, Anna Grau, históricamente en contra del tranvía aunque ahora apoya que se termine la conexión pese a no considerarla una prioridad.

ERC está a favor de la conexión del tranvía -una obra que cuenta con el beneplácito de la Generalitat-, y los dos socios del gobierno municipal -BComú y PSC-, se han posicionado a favor de terminar la conexión, aunque recientemente ha habido cruces de acusaciones sobre esta cuestión.

EN TODA ESPAÑA LOS CANDIDATOS PROPONEN…

– En Zaragoza, la candidata socialista, Lola Ranera -que se enfrenta precisamente a la hasta ahora responsable de Movilidad de la capital aragonesa, Natalia Chueca (PP)- se ha comprometido, entre otras cuestiones, a hacer un estudio para ampliar la línea 1 del tranvía hasta la entrada del Hospital Royo Villanova.

– En Valladolid, los principales candidatos, entre ellos el actual alcalde, el socialista Óscar Puente (PSOE), y el popular Jesús Julio Carnero, difieren entre soterrar o no las vías del tren y establecer una Zona de Bajas Emisiones más o menos grande.

– En Gran Canaria, la candidata de Coalición Canaria a presidenta del Cabildo, María Fernández, ha apostado por la gratuidad de las guaguas y la candidata del PP a la Alcaldía de Las Palmas, Jimena Delgado, ha criticado la implantación de la zona de bajas emisiones.

– En Santander, IU-Podemos considera que el actual modelo de movilidad ha dejado de ser viable y su cabeza de lista, Keruin Martínez, ha abogado por otro que priorice al peatón y ofrezca cabida a todo tipo de vehículos. EFE

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