El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, ha salido trasquilado y ridiculizado hoy delante de toda la Corporación municipal. Su desconocimiento del Reglamento le ha puesto en aprietos.
Según fuentes de toda solvencia a Norte Exprés, la Junta de Sociedades Públicas celebrada hoy por los concejales a puerta cerrada ha servido para vivir la primera anécdota de soberbia del actual alcalde que ha terminado con el rabo entre las piernas. Maroto se ha encargado de ello, el ex alcalde.
La historia es la siguiente: en un momento de las intervenciones, y tras la de Irabazi y EH Bildu, el representante de Sumando pedía la palabra cuando su turno ya había pasado. Urtaran amablemente se lo daba, pero le advertía que en próximas ocasiones debía respetar el orden.
Ahí, ha sido cuando Maroto ha dicho que su partido, el PP, sí que respetaba el orden al cerrar todas las intervenciones como grupo más votado y con más concejales.
Urtaran ha saltado como un resorte y le ha dicho a Maroto que en el futuro será el Gobierno -es decir, el PNV- quien hable el último.
Craso error.
A lo que el concejal conservador ha respondido mirando a la secretaria general que el orden de intervención es de menos concejales a más. Urtaran perplejo y nervioso, mientras Maroto le recordaba el reglamento que no conoce aún el nuevo primer edil. ¡Zasca!
Urtaran se la ha tenido que comer, y nuevo momento para recordar su debilidad. Por ejemplo, a partir de ahora en una moción, Bildu y el PP podrán hablar después del PNV, lo que les da ventaja en el argumentación.
¡Hay que estudiarse el Reglamento, Gorka!, que ese es tu trabajo como mínimo. ¿Con lo bien que está en Madrid el ex alcalde, eh Gorka?
