La profesión médica es la mejor valorada por los vascos, con una puntuación de 7,6 puntos sobre 10, mientras que los políticos (3) son en los que menos confían, a pesar de que han aumentado 6 décimas su puntuación anterior de hace cinco años.
Estos son algunos de los datos de la Encuesta sobre Capital Social correspondiente al año pasado que ha hecho pública este viernes el Instituto Vasco de Estadística-Eustat.
En ella se ve un continuado aumento de la confianza de los vascos sobre las distintas profesiones, en general, con un 5,6, respecto a anteriores ediciones de este trabajo sociológico.
La profesión médica se mantiene como mejor valorada (7,6), seguida de la científica (7,3) y la docente (7). Consiguen el aprobado las policías (6,3), comerciantes (6), funcionarios (5,6), jueces (5,5) y empresarios (5,1).
Los profesionales de la política, pese a ese aumento de 6 décimas de su puntuación anterior, mantienen la peor nota (3), junto con sacerdotes (4,3) y militares (4,7). Tampoco logran el aprobado los profesionales del mundo de la información (4,9).
En general, los vascos confían en las personas, 5,8 sobre 10, una puntuación que alcanza su mayor valor cuando se refiere a las de su ámbito familiar y círculo de amistades (7). La confianza en las instituciones aumenta y consigue llegar al aprobado por primera vez, con un 5.
Se mantiene que de media son 24 personas las que conforman el entorno familiar y de amistades de los vascos, una cifra que se reduce a la mitad si se refiere al entorno más cercano.
Este último ha pasado de 13 personas en 2017 a 12 en 2022, siendo más numerosa la cifra entre quienes se declaran de clase alta y el personal directivo de empresas (14 miembros), que entre las personas de procedencia extranjera y quienes se declaran de clase baja (9 personas).
La electoral, la participación social más relevante
La participación social de la población vasca se centra principalmente en la electoral (7), aunque su valor medio desciende 5 décimas respecto de 2017, y hay una escasa presencia en las asociaciones (0,6).
En este caso también la clase social declarada determina esta participación, ya que es más elevada entre quienes se definen de clase alta y media alta, con 7,4, que entre quienes se consideran de clase baja, cuyo valor alcanza 4,9 y retrocede 1,4 puntos si comparamos con la edición anterior.
Además, son los jubilados los que ofrecen el valor más alto en el indicador (8,6), junto con la población de 65 y más años (8,2).
Felicidad y salud, pese a la covid
Los vascos dan un notable (7,1) a su valoración sobre su felicidad y salud. Este indicador, que aporta información sobre la satisfacción con la vida, la salud y los ingresos económicos, se mantiene prácticamente invariable respecto a las ediciones anteriores, a pesar de la covid.
Sus mayores diferencias están relacionadas con la clase social declarada, oscilando los valores entre el 7,8 para las más privilegiadas y 6,2 para las más bajas.
La percepción de la corrupción continúa en niveles altos (6,1 sobre 10) pese a ser tres décimas más baja que en la edición anterior. Son las personas de edades comprendidas entre 25 y 49 años, las que poseen estudios universitarios y las ocupadas quienes dan una puntuación más negativa, con un 6,4 todas ellas, dato que contrasta con el ofrecido por las personas de 65 años o más (5,6) y las procedentes del extranjero (5,3).
Por otra parte, la sensación de seguridad de la población se mantiene en niveles de notable (7,9). Se sienten más seguras las personas mayores de 65 años (8,4) que las jóvenes entre 15 y 24 años (7,4). EFE
Solo los que chupan del bote y los conmilitones pueden aprobar la gestión de los actuales políticos que nos gobiernan a nivel local, provincial, regional y nacional, todos, unos por acción y otros por omisión y por consentidores.