Actualización viernes: El psiquiatra que atendió al acusado de asesinar a su exmujer y su exsuegra el 20 de abril de 2018 en Vitoria ha asegurado que en las siete sesiones en las que le trató, la última una semana antes del crimen, no detectó en él ningún trastorno mental, ni tampoco un riesgo suicida.
Era una persona que afrontaba un divorcio en el que se sentía «perjudicado» y la problemática habitual en este tipo de situaciones él la vivía con una «intensidad mayor», pero no presentaba una patología psiquiátrica, tampoco un riesgo suicida, ni ansiedad, ni depresión, según ha explicado este doctor en el juicio con jurado popular que por este doble crimen se sigue en la Audiencia Provincial de Álava desde el pasado lunes.
El especialista ha insistido en que desde la primera sesión descartó la enfermedad mental y que si durante el resto de visitas hubiera detectado algo el protocolo que hubiera seguido con él hubiera sido otro.
Ha explicado que el procesado llegó a su consulta derivado del médico de la empresa en la que trabajaba y que durante las sesiones que tuvo con él trató de darle pautas para afrontar el divorcio desde el «sentido común», para que relativizara el asunto y encauzara el conflicto de otra manera.
También ha indicado que le recetó unos ansiolíticos para que estuviera más tranquilo, no por razones psicopatológicas. Sí ha dicho que observó en él actuaciones «algo exageradas», pero para «llamar la atención».
En la vista de hoy también ha declarado la psiquiatra que le atendió en la cárcel de Zaballa el 24 de abril de 2018, y por segunda vez unos días después, a principios de mayo.
Esta doctora ha negado que este presentara síntomas psicóticos, tampoco que tuviera un cuadro depresivo ni de ansiedad, que se le vía orientado y que entendía lo que se le decía y respondía a lo que se le preguntaba.
Ha añadido que le diagnosticó un trastorno adaptativo, «reactivo» a la situación en la que se encontraba y a lo que había sucedido.
El juicio por estos hechos continuará el próximo lunes. EFE
Actualización Miércoles: Declaran los compañeros y las vecinas
Varios compañeros de trabajo del hombre acusado de asesinar a puñaladas a su exmujer y su exsuegra en Vitoria han relatado que el divorcio le afectó anímicamente, que era «nervioso», pero no «agresivo», ni «violento», y uno ha añadido que le veía más tendencias suicidas que capacidad para matar a alguien.
Este miércoles ha continuado en la Audiencia Provincial de Álava el juicio con jurado popular por este doble crimen cometido la mañana del 20 de abril 2018 en la capital alavesa.
En la vista de hoy han declarado, entre otros, varios compañeros de trabajo del procesado que lo han descrito como un hombre que rehuía los conflictos y al que el divorcio le afectó porque se le veía «más nervioso de lo normal», «hundido anímicamente», más triste, y que se sentía culpable de esa ruptura.
Uno ha relatado que en una comida de trabajo en diciembre de 2017 les llegó a decir que esa iba a ser la última juntos y que aunque no le comentó que quisiera suicidarse sí que percibió en él una tendencia suicida más que capacidad de hacer lo que después hizo.
Otro ha contado que un día temieron lo peor porque desapareció en el trabajo y le estuvieron buscando por la fábrica hasta que lo encontraron escondido en el sótano, un episodio que ha achacado a una «pataleta, a una llamada de atención» por el divorcio.
VECINAS
También han testificado varias vecinas que escucharon los gritos de auxilio de las víctimas el día del crimen y entre ellas ha destacado el testimonio de una que fue testigo de cómo el acusado atacaba a su exmujer en el rellano del piso.
Según ha explicado estaba durmiendo cuando comenzó a escuchar gritos pidiendo auxilio, se levantó, salió a la escalera y subió varios pisos hasta que se topó con el acusado, arrodillado, junto a una mujer, sin camiseta y haciendo un gesto de «cortar» sobre la zona del cuello de la víctima.
Le vi el gesto de «hacer fuerza para cortar», ha descrito esta mujer que ha asegurado que no vio el cuchillo ni la cara de la víctima, que gritó y que el acusado de volvió hacia ella y la miró: tenía una cara «que no era normal», tenía los ojos como «un loco», con «ira, rabia», «no lo sabría definir», ha afirmado.
Ha añadido que después de cruzarse la mirada, él se giró y «siguió a lo suyo» agrediendo a su víctima.
Las vecinas que han declarado han coincidido en que la policía se presentó rápido y que luego fueron desalojadas del edificio ya que el acusado, tras cometer el doble crimen, entró en el domicilio de su exmujer donde causó numerosos desperfectos y le prendió fuego para después salir a la ventana y lanzarse desde un octavo piso a una colchoneta que habían colocado los bomberos sin sufrir lesiones de importancia.
NO QUISO QUITARSE LA VIDA
Un bombero que ha testificado hoy ha explicado que los movimientos que el acusado hizo cuando estaba en la ventana no se corresponden con alguien que quisiera quitarse la vida, sino que se dejó resbalar y cayó sobre la colchoneta.
En la sesión de esta mañana estaba citado como testigo el hermano del acusado que al igual que ha hecho su padre en este juicio se ha acogido a su derecho a no declarar por ser familiar directo del procesado.
El juicio continuará mañana con testimonios de los agentes de la Ertzaintza y de la Policía Local que intervinieron el día del doble crimen. EFE
Actualización MARTES 18 horas: Declaran familiares y amigas de las víctimas
Un familiar y varias amigas de las víctimas del doble asesinato machista de Vitoria han negado en el juicio que el acusado sufriera un trastorno mental y lo han descrito como una persona «controladora», «celosa», «machista», «envidiosa» y «egoísta».
Este martes ha continuado en la Audiencia Provincial de Álava el juicio con jurado popular contra el hombre acusado de matar a puñaladas a su exmujer y su exsuegra en la capital alavesa el 20 de abril de 2018 para quien la Fiscalía pide 50 años de cárcel como autor de dos delitos de asesinato con alevosía con las agravantes de parentesco y razones de género.En la sesión de ayer, el acusado, que solo respondió a las preguntas de su abogado, relató que las diferencias con su exmujer se produjeron al considerar injusta la pensión que debía abonar por los dos hijos del matrimonio tras el divorcio en 2017. Ello le provocó un estado depresivo que le causó varias bajas laborales y un intento de suicidio.
Explicó que el día de los hechos se presentó en el domicilio familiar para recoger unas cosas, que discutió con ambas en la escalera del edificio, que le empujaron y que se le fue «un poco la olla» y «pasó lo que no tenía que haber pasado».
TIA Y HERMANA
Hoy ha declarado la tía y hermana de las fallecidas quien ha asegurado que el acusado estaba «perfectamente», que no tenía ninguna enfermedad mental y ha dicho que era un hombre celoso e envidioso que no se preocupaba por los niños.
También ha indicado que su hermana era un «pilar fundamental» en la familia y el mayor apoyo de su sobrina, Mari Jose.
A continuación han pasado por la sala dos amigas de las víctimas, especialmente de Mari Jose, quienes han explicado que jamás notaron que el acusado sufriera algún desequilibrio y que su amiga no se separó antes por los niños.
Una de ellas ha relatado que cuando Mari Jose decidió divorciarse su intención es que él fuera feliz e hizo concesiones económicas para que se comprara un piso cerca del domicilio familiar. Intentó «amigablemente» que sus hijos vieran a su padre y que la separación fuera «cordial», ha comentado la otra testigo, quien ha añadido que en los últimos meses la acosaba telefónicamente e intentaba controlarla a través de los niños.
También ha declarado un matrimonio amigo del acusado que han relatado varios momentos vividos con él tras el divorcio. En concreto han asegurado que les decía que su exmujer le había arruinado la vida y en varias ocasiones les manifestó su intención dañar a sus exesposa a través de sus hijos.
Han añadido que tuvo intentos de suicidio, que un día se presentó en casa con un cuchillo y marcas leves en la muñeca, que reclamaba ayuda y que recibió atención psiquiátrica. Sin embargo el amigo ha asegurado que el acusado podría estar «deprimido» y con «altibajos» porque no superaba el divorcio pero ha añadido que «en todo momento» sabía lo que hacía.
También que en algún momento de «acaloramiento» decía que si podía la mataba pero que en general no hablaba mal de su exmujer.
En la vista ha declarado asimismo una abogada con la que Mari Jose habló para buscar ayuda ya que veía que su exmarido estaba «machacando psicológicamente» a los niños y quería cambiar el régimen de visitas. Ha indicado que de esa conversión dedujo que estaba ante una situación de violencia de género y que «podría complicarse bastante» el comportamiento del exmarido.
El padre del acusado también ha sido llamado a declarar pero se ha acogido a la dispensa de no testificar en contra de su hijo. EFE
Actualización MARTES, 11 horas: Juicio Vitoria: El acusado «planificó y ensayó» los crímenes
Los abogados de las acusaciones popular y particular en el juicio por el doble crimen machista de Vitoria han asegurado que la declaración ayer del acusado demuestra que no tiene ningún trastorno, que es una persona absolutamente «cabal«, que «no se arrepiente» y no tiene respeto por las víctimas.
Este martes continúa en el Audiencia Provincial de Álava el juicio con tribunal de jurado contra el hombre acusado de asesinar a su exmujer y su exsuegra en Vitoria en abril de 2018, que ayer afirmó que el día de los hechos discutió con ambas, que se le «fue un poco olla», sacó un cuchillo y «pasó lo que no tenía que haber pasado».
ENSAYÓ
En declaraciones a los medios antes de comenzar la vista de hoy la abogada de la familia de las víctimas ha calificado de «patrañas» que «no se sostienen» lo dicho ayer por el acusado, que según ella solo pretende convencer al jurado de que fue «víctima de un arrebato», algo que no se sostiene con los hechos objetivos que las acusaciones van a demostrar en este juicio y que indican, ha dicho, que «él planificó e incluso ensayó» los asesinatos con anterioridad.
En la misma línea se ha manifestado el abogado de la Asociación Clara Campoamor, que ejerce la acusación popular, quien ha explicado que ayer se vio que el acusado no tiene «ningún trastorno» mental y que a lo largo de hoy van a declarar testigos que van a tirar por tierra la afirmación de que el día de los hechos el procesado tenía que ir a la vivienda de su exmujer a recoger unos papeles. «Es una mentira», ha afirmado.
AMIGAS
En la vista de hoy también van a declarar varias amigas de la exmujer del acusado que según la letrada de la familia van confirmar que era una persona» manipuladora, mezquina, ruin, que no se hacía cargo» de los dos hijos de la pareja, que no supo aceptar el divorcio, que «incrementó el acoso» hacia ella tras la separación y que «manipulaba» e «instrumentalizaba» a los niños para controlarla.
La Fiscalía pide para él 50 años de cárcel como autor de dos delitos de asesinato con alevosía con las agravantes de parentesco y razones de género. La Asociación Clara Campoamor eleva la pena de cárcel hasta los 60 años al incluir la agravante de ensañamiento en ambos delitos. La letrada de la familia de las víctimas reclama 55 años de prisión y también incluye el ensañamiento.
La defensa pide 8 años de cárcel por dos delitos de homicidio con la atenuante muy cualificada de trastorno mental transitorio. EFE
LUNES: «Se me fue un poco la olla», (71 cuchilladas)
El acusado de asesinar a puñaladas a su exmujer y su exsuegra en Vitoria en 2018 ha argumentado que el día de los hechos discutió con ambas, que se le «fue un poco olla», sacó el cuchillo y «pasó lo que no tenía que pasar»
Este lunes ha arrancado en la Audiencia Provincial de Álava el juicio contra este hombre para quien la Fiscalía pide 50 años de cárcel como autor de dos delitos de asesinato con alevosía con las agravantes de parentesco y razones de género.
Su exmujer, que tenía 43 años, recibió 33 cuchilladas y la madre de esta de 69 años, 38.
La Asociación Clara Campoamor, como acusación popular, eleva la pena de cárcel a los 60 años al incluir la agravante de ensañamiento en ambos delitos. La letrada de la familia de las víctimas reclama 55 años de prisión y también incluye el ensañamiento. La defensa pide 8 años de cárcel por dos delitos de homicidio con la atenuante muy cualificada de trastorno mental transitorio.
INJUSTA PENSION
En la primera sesión del juicio el acusado solo ha respondido a las preguntas de su abogado, ha argumentado que las diferencias con su exmujer se produjeron al considerar injusta la pensión que debía abonar por los dos hijos del matrimonio tras el divorcio en 2017 y que ello le provocó un estado depresivo que le causó varias bajas laborales y un intento de suicidio.
CUCHILLO DE PELAR FRUTA
Ha afirmado que el día de los hechos, se presentó en el domicilio familiar para recoger unas cosas, que discutió con ambas en la escalera del edificio, que le empujaron y que se le fue «un poco la olla» y sacó un cuchillo que según ha dicho siempre llevaba para pelar la fruta en el trabajo y que entonces, a pesar de seguir de baja laboral por depresión en ese momento portaba, porque «pensaba hacerse daño».
Sin embargo y según el escrito de la Fiscalía el acusado no pudo soportar que su mujer se divorciara de él y tampoco que su suegra no intercediera para evitar la separación y apoyara a su hija en la decisión de dar por terminado el matrimonio.
Por ello decidió acabar con la vida de ambas. En la vista de hoy la fiscal ha argumentado que durante el juicio va a intentar demostrar que él las mató por razones de género, que era consciente de sus actos cuando lo hizo y ha calificado este doble asesinato de un hecho «desolador» que provocó un «derrumbe familiar».
SUFRIERAN
Tanto la acusación particular como la popular han remarcado también que actuó con ensañamiento, que trató de que ambas «sufrieran muriendo, que murieran con dolor», algo que niega la defensa del acusado.
PRIMERA HORA DE LA MAÑANA DEL LUNES: Juicio Vitoria: «La mató porque era suya»
La abogada de la familia de la mujer asesinada en Vitoria en 2018 por su exmarido ha asegurado que este «la mató porque era suya, no podía soportar que le dejara».
La letrada Cecilia Piris ha atendido a los medios de comunicación antes de comenzar en la Audiencia Provincial de Álava el juicio contra el acusado de matar a su exmujer y a su exsuegra el 20 de abril de hace cuatro años en la capital alavesa para quien solicita un total de 55 años de cárcel.
Piris ha argumentado que tanto la muerte de Mari Jose como de su madre, Florentina, encajan en asesinatos de «género de libro».
En el caso de su exmujer «porque no era suya» y «no podía soportar que se fuera de su ámbito de influencia, no podía soportar que le dejara».
En el supuesto de su exsuegra, la letrada ha explicado que esta «ejercía un papel de matriarca» en la familia, tenía «un peso específico súper importante» y el acusado «no pudo consentir el apoyo que Florentina le dio a Mari Jose en su decisión de romper el matrimonio».
55 AÑOS
Ha explicado que pide 55 años de cárcel para el acusado por dos asesinatos en los que concurren según ella «tres agravantes: género, ensañamiento y alevosía».
LA DEFENSA
La letrada de la familia ha indicado que entiende que la defensa va a centrar su argumentación en la existencia de «arrebato» y en las atenuantes de índole psicológico y psiquiátrico».
Sin embargo ha opinado que tales argumentaciones tienen poco recorrido porque «todos los informes médicos, psicológicos y psiquiátricos, tanto de antes como de después de los hechos» indican que el acusado «estaba perfectamente cuerdo».
«No estamos ante un arrebato, estamos ante un hecho deliberado, programado e incluso ensayado» porque «llegó a intentarlo un día antes», ha resumido.
POR SER MUJERES
También ha atendido a los medios de comunicación el abogado de la Asociación Clara Campoamor, José Miguel Fernández, quien ha asegurado que es la primera vez que se va a juzgar en Álava un doble feminicidio con la agravante de género porque las «mató por ser mujeres».
Ha añadido que la asociación a la que representa, que ejerce la acusación popular, solicita la mayor pena que se puede pedir para este caso, 30 años por cada uno de los dos asesinatos.
Asimismo ha explicado que reclama las agravantes de género, alevosía y «la más importante» la de «ensañamiento» ya que «les provocó un dolor más allá del necesario para asesinarlas».
El Ministerio Fiscal solicita 50 años de cárcel para el acusado por dos delitos de asesinato con alevosía con las agravantes de parentesco y razones de género. También que le quite la patria potestad sobre los dos hijos que tuvo con su exmujer.
JURADO POPULAR
En la sesión de hoy se van a elegir a las personas que formarán el jurado popular y está prevista la declaración del acusado y de los primeros testigos. EFE