La ola de calor de estos últimos días hace mella en los ciudadanos. Pero hay unos que lo están pasando peor. Son algunos pacientes del Hospital Santiago Apóstol. Enfermos y que «dormitan en un mar de sudor».
Norte Exprés ha accedido a una denuncia ciudadana ante el Servicio de Salud donde expone el martirio que sufren algunos pacientes y la escasez de soluciones o mejoras. Seguimos dando voz a los vitorianos.
Es el caso de personas mayores, en este caso afectado de coronavirus entre otras dolencias. Incluyendo varios cambios de habitación. Lleva tres.
«Ola de calor abrasador en Vitoria. Hospital Santiago Apóstol. Sexta planta. Habitaciones dobles con ventanas, con sistema de seguridad (sólo se abre una rendijita).
No hay persianas sino cortinillas oscuras que, a lo justo, cubren el hueco de la ventana. Ambiente tórrido en las habitaciones en la que los pacientes encamados dormitan en un mar de sudor. Al ser positivo, no se puede abrir la puerta para ventilar».
LA «SOLUCIÓN»
Y crítica la pírrica actuación. «Solución climática muy apropiada para los encamados:
Un ventilador por habitación para remover el aire caliente».
A juicio de los familiares. «Osakidetza supera con creces las medidas de economía climática sin tener en cuenta las necesidades de los pacientes ingresados».
Y nos preguntamos, ¿No hay manera de prever estas situaciones con nuestros mayores y de dar mejores soluciones? O no sabían que llegaban las sucesivas olas de calor. Nuestra sanidad hace tiempo que no tiene la excelencia de antaño. Cierres de urgencias, dificultad de accesos a los médicos, horarios recortados…
por culpa de unos iluminados se cerraron las nucleares
por culpa de los mismos iluminados se sacarpon leyes en als que lelgamos a la ruina actual
pero iluminados no son otros que los iluminatis
Así funciona la inseguridad nosocial.Ponerse enfermo,date por jodido.Da pena el trato que nos dan.Yo llevo medio ano esperando una ecografía.Ocho meses esperando una cita y más de un año con unos dolores de puta madre y aguantando como un campeón.Una calidad de vida cojonuda que nos quieren vender