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Casi la mitad de la familias vascas que tienen a personas discapacitadas a su cargo, concretamente el 44,5 %, ha visto reducido su poder adquisitivo respecto a la situación anterior a la pandemia.

Así se recoge en el informe «Discapacidad y familia» elaborado por la Fundación Adecco, en el que también se pone de manifiesto que el 77,2 % de las familias con personas con discapacidad en Euskadi creen que han sido doblemente afectadas por la pandemia y que aún no se han levantado de la crisis.

No sólo ha empeorado el poder adquisitivo de estas familias durante estos dos últimos años, sino que además un 31,8 % manifiesta que ahora cuenta con una red de apoyos familiar y social menor que antes de la pandemia.

El estudio también constata en el ámbito económico que el 31% de las familias vascas con personas con discapacidad se sustenta a partir de los ingresos de un solo progenitor y el 45,1% reconoce que tiene algún grado de dificultad para llegar a fin de mes.

Por eso, estas familias reivindican más apoyos para afrontar el sobreesfuerzo económico que tienen que hacer para garantizar el bienestar de su hijo con discapacidad, una mayor inversión en sensibilización, así como destinar más recursos a la formación y al empoderamiento de sus familiares discapacitados sobre todo para fomentar su empleabilidad, ya que contar con un puesto de trabajo es su juicio el principal vehículo de inclusión social.

De hecho el empleo es la principal preocupación de futuro para el 81,8 % de las familias con hijos con discapacidad en Euskadi, pues es la respuesta integral para que puedan llevar una vida autónoma, desarrollarse personalmente y acceder a otros elementos como la vivienda, el ocio o el fortalecimiento de las relaciones sociales.

Sin embargo, el 63 % de las familias cree que la sociedad no está preparada para la inclusión laboral de las personas con discapacidad, debido a prejuicios, desconocimiento o a la existencia de barreras de accesibilidad físicas y cognitivas.

Por detrás del empleo, un 71,6 % ve como prioridad de futuro tener asegurados los recursos terapéuticos y de salud para el bienestar de su hijo con discapacidad, un 63,6 % prioriza las relaciones sociales, es decir que tenga un círculo social y amistades en las que apoyarse, y el 60,6 % menciona la vivienda como su principal preocupación: «Que mi hijo tenga un lugar en el que pueda vivir con seguridad y garantías», reclaman los familiares que han participado en el estudio. EFE

2 COMENTARIOS

  1. Las familias con discapacitados y las que no los tienen. Todos sufrimos una reducción del poder adquisitivo, menos los concejales, diputados y los empresarios de derechas que les votan.

  2. Las instituciones autonómicas se deberían de preocupar más a n estos colectivos con discapacitados, van mermando sus ayudas y ventajas.
    Por la contra siempre tienen más para los de siempre y RGI…. si por mi fuera no os quedabais ninguno en la poltrona .

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