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Por Pilar Mazo (EFE).- La Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja encara la recta final de una vendimia «muy laboriosa», tras un año loco en lo meteorológico, pero con unas perspectivas de alcanzar una cosecha de calidad por el buen estado sanitario que, en general, presenta la uva, para la que los viticultores vuelven a exigir precios dignos para su sus uvas.

Así lo han narrado a EFE diferentes organizaciones del sector en un momento en el que, según los datos facilitados por el jefe de los Servicios Técnicos del Consejo Regulador, Pablo Franco, se llevan recogidos por encima de los 270 millones de kilos sobre una producción prevista amparable de los 400 millones.

Un verano seco, con temperaturas muy altas, seguidas de intensas lluvias desde finales de agosto y septiembre, ha provocado una alta irregularidad en el viñedo, ante lo que ha resultado más necesario que nunca plantear una vendimia selectiva para maximizar la calidad de las uvas y el vino, ha afirmado Franco, quien ha incidido en el buen estado sanitario que presente el viñedo.

Al buen tiempo de los últimos días, que está acelerando la recogida dela uva, los viticultores ponen también el acento en los tratamientos adecuados que han tenido que aplicar, tras los últimos episodios de lluvia, ha indicado Roberto Salinas, responsable de Vitivinicultura de la UAGR-COAG.

La escasez de mano de obra también está suponiendo un importante problema para los viticultores», un fenómeno que se agrava en cada campaña y que complica hasta el extremo al viticultor poder organizar y gestionar adecuadamente este trabajo en su explotación, han explicado Salinas y el secretario general de ARAG-ASAJA, Igor Fonseca.

«Esto está llevando a decidir transformar el viñedo viejo en otros nuevo, preparados para la mecanización de la vendimia, cuestión que es un problema añadido porque con ello se hace desaparecer los viñedos de más calidad», ha alertado Fonseca.

PRECIOS EN EL UMBRAL DE PÉRDIDA

Para ARAG-ASAJA, esta campaña es la cuarta en Rioja en la que «los precios medios están justo en el umbral de pérdida de rentabilidad y hay un número importante número de viticultores que arrastran serios problemas para mantener la actividad en sus explotaciones», ha dicho Fonseca.

Por ello, ha precisado, «hemos denunciado determinados incumplimientos por parte de algunas bodegas, que están ofreciendo precios de uva muy por debajo de los costes medios de producción calculados por la Consejería de Agricultura», en el entorno de los 70 céntimos el kilo, ha indicado.

A este respecto, el portavoz vitivinícola de la UAGR-COAG ha apuntando también que «muchos viticultores se enteran en los días previos a la vendimia o, incluso, en el mismo momento de entregar el primer remolque» del precio que le van a pagar por sus uvas, lo que «les deja sin margen de maniobra y sin oportunidad de operar con libertad de competencia».

Las organizaciones agrarias han solicitado a la Interprofesional del Vino de Rioja y a la Consejería de Agricultura del Gobierno riojano que adopten medidas ante los posibles incumplimientos de la Ley de la Cadena Alimentaria y que esas medidas vayan a compensar a los viticultores la pérdida de rentabilidad sufrida en esta campaña.

Por su parte, esta Consejería ha creado recientemente un área destinada a vigilar el cumplimiento de esta norma y que controlará las operaciones comerciales de compra-venta de uva de la vendimia de Rioja de 2023, denominación que comparten viñedos de La Rioja, País Vasco y Navarra.

LAS BODEGAS CUMPLEN LA NORMATIVA

Para las bodegas, la campaña de 2023 llega en «un año complicado para las ventas, con una inflación muy elevada por los altos precios de la energía y la guerra de Ucrania», lo que «ha disparado el precio de la cesta de la compra» y un descenso en las ventas que «no solo afecta a Rioja, sino también, y con mayor intensidad, a la gran mayoría de denominaciones de origen».

Así lo ha recalcado Iñigo Torres, director general del Grupo Rioja, la principal asociación de bodegas con 60 firmas repartidas por La Rioja, Álava y Navarra, que compran uva a más de 11.000 viticultores -de forma directa o indirecta, a través de las cooperativas.

Este Grupo reafirma «el cumplimiento, de forma abrumadoramente mayoritaria, de la Ley de la Cadena Alimentaria por parte de las bodegas», lo que ha sido confirmado, ha dicho Torres, por «las numerosas inspecciones realizadas cada año por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) y las comunidades autónomas».

EQUILIBRAR EL MERCADO

Esta campaña en Rioja ha tenido la particularidad de iniciarse con un acuerdo mayoritario en el sector, durante la primavera, para ajustar los rendimientos, contribuir a equilibrar el mercado y recuperar el valor de la uva y el vino.

El Consejo Regulador y la Interprofesional del Rioja pusieron en marcha un plan de control para contribuir a la excelencia de la uva y el vino y los gobiernos de La Rioja y País Vasco atendieron también la petición del sector de contribuir a reducir las excesos de vino que tenían en las bodegas para poder comprar la uva de ese año.

El apoyo de los Gobiernos regional y vasco para contribuir a reducir las existencias récord en las bodegas, es una medida que ha sido, en general, valorada por el sector, que, con la mirada puesta en el futuro, también ve necesario aunar esfuerzos para tomar medidas orientadas a para recuperar el equilibrio entre oferta y demanda y hacer que Rioja siga siendo referente de los vinos de calidad. EFE.



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