El Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Vitoria ha confirmado su decisión de paralizar, de forma cautelar, el cierre del Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital de Basurto (Bilbao), así como el traslado de su personal al Hospital de Cruces (Barakaldo).

El juzgado ha emitido un auto, contra el que cabe recurso de apelación, tras recibir alegaciones a la medida cautelar desde el Gobierno Vasco, que, entre otras cuestiones, defiende que la unificación del servicio de cirugía cardíaca del Hospital de Cruces y Basurto busca «la mejora y eficiencia sanitaria».

El tribunal, que considera justificada la medida cautelar por razones de urgencia dado que la fecha fijada para el trasladado era el día de hoy, opina que la Administración sanitaria «no ha elegido con equidad la mejor opción entre las posibles».

A su juicio, «se podría haber equivocado» porque los estudios que menciona en su proyecto «se refieren a la mejora de resultados en mortalidad y otras complicaciones en procedimientos médicos y quirúrgicos que requieren de ‘alta especialización y experiencia’ en cirugía cardíaca».

«Pero cabe preguntarse qué sucede con los demás resultados. Infarto agudo de miocardio y cirugía por bypass aorto-coronario serían los dos paradigmas que analiza Osakidetza, pero, ¿y el resto de cirugías de especialización y complicación alta, pero menos alta? ¿Y las de menor especialización?», se pregunta el juez.

En la resolución se indica que «la posibilidad de que se produzcan más fallecimientos de pacientes, que hoy llegan a urgencias cardiovasculares de Basurto y que, tras el cierre, deberán trasladarse a Cruces, es un efecto derivado de la unificación».

Según argumenta, un paciente con infarto agudo de miocardio que llega de urgencia al hospital de Basurto con la unificación deberá ser trasladado al hospital de Cruces, y «el tiempo invertido en una duplicidad de exploraciones» y «los riesgos del traslado desde su domicilio al hospital de Basurto y desde éste al de Cruces, harán que se corra el riesgo de perder estas vidas concretas, que no se perderían de seguir existiendo el servicio en Basurto».

Para el juez, «el interés general demanda ante todo que no se pierdan vidas, si existen los medios para evitarlo», por lo que «la eficiencia, medida en términos económicos, quedaría subordinada a ese objetivo».

El tribunal señala, asimismo, que la opción de la Administración sanitaria recurre a criterios de eficacia priorizando «el menor coste económico», una postura que no ve incorrecta, pero que «debe ser decidida a través de un procedimiento adecuado, que sería el parlamentario».

Según afirma, en el Parlamento «deberían debatir los ciudadanos, a través de sus representantes, si quieren cambiar el modelo de salud pública, que proporciona igual acceso y la misma calidad del servicio para todos los ciudadanos, hacia un modelo mixto de salud privada-pública, o donde aquellos espacios no cubiertos por la sanidad pública por razones económicas los cubra la sanidad privada».

«Si fuera así -indica-, la actuación administrativa de gestión aquí contemplada sortearía el cauce parlamentario y —por dos veces— sería una decisión arbitraria».

Respecto a «la falta de legitimación» de los recurrentes que alega el Gobierno Vasco al entender que los demandantes son médicos cardiólogos del Hospital de Basurto que no se ven afectados por el traslado -éste afecta a los cirujanos cardíacos, enfermeras y celadores-, el juez afirma que pese a ello, el servicio que prestan sí se ve «directamente afectado».

El tribunal también aprecia «afectación importante y negativa» en materia docente al ser Basurto un hospital universitario.

Según argumenta, «éste ya no tendría unidad de cirugía cardíaca, una unidad de especial demanda en formación universitaria y en fase de residencia». Para el juez, «todos estos perjuicios serían irreparables de manera económica».

El tribunal evidencia que si se cierra el servicio de Cirugía cardíaca del Hospital de Basurto, «dentro de dos o tres años, cuando haya sentencia firme y si esta declara contrario a Derecho el cierre, no se podrá reconstruir o volver a poner en funcionamiento el mismo servicio con los mismos sanitarios y especialistas y con el nivel de conocimientos y experiencias en este momento acumulados y acreditados». EFE

 

Salud acata pero recurrirá paralización del traslado de Cirugía: Es necesario

La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha dicho que respeta y acata la decisión judicial de paralizar, de forma cautelar, el cierre del Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital de Basurto (Bilbao) y el traslado de su personal al Hospital de Cruces (Barakaldo) pero que la recurrirán porque es una «medida necesaria para la mejora» de este servicio dentro de Osakidetza.

La consejera ha comparecido ante los medios de comunicación en Vitoria tras conocerse este jueves el auto del Juzgado Contencioso-Adminsitrativo número 1 de la capital alavesa que ha confirmado su decisión de paralizar de forma cautelar este traslado, que estaba fijado para hoy, al estimar entre otras cuestiones que la Administración sanitaria «no ha elegido con equidad la mejor opción entre las posibles».

Sagardui ha reconocido que con esta decisión no se puede continuar con el proceso de fusión pero ha indicado que harán uso del derecho al recurso de apelación porque quieren que el juzgado conozca «nuevamente los argumentos y las decisiones que hacen necesaria esa propuesta de unificación».

«Como Gobierno y Departamento no podemos renunciar a plantear aquellas medidas organizativas que signifiquen la mejora de los servicios que tenemos que prestar a la ciudadanía de Euskadi», ha remarcado la consejera.

Sagardui también ha insistido en que esta medida está avalada por «criterios científicos» y ha sido adoptada tanto a nivel internacional como por otras comunidades autónomas en España. «Entendemos que es una medida necesaria para la mejora de los servicios de cirugía cardiaca dentro de Osakidetza», ha subrayado.

Preguntada por las consideraciones recogidas en el auto, Sagardui no ha querido opinar sobre ellas y se ha limitado a insistir en que respetan la decisión judicial. Ha matizado que será en el recurso donde se pronunciarán sobre el contenido de esta resolución judicial. EFE

Oposición pide a Salud que «se ponga las pilas» para bajar listas de espera

Los grupos de la oposición han instado este jueves al Departamento vasco de Salud a «ponerse las pilas» y a arbitrar medidas para reducir las listas de espera para intervenciones quirúrgicas en Osakidetza, problema ante el cual PNV y PSE han respondido con un plan de optimización asistencial.

El pleno del Parlamento Vasco ha debatido una moción de EH Bildu, en la que la coalición planteaba un proceso de unificación de criterios y protocolos para la gestión de las listas de espera, y que se modifique el proceso de contratación para poder dotar a Osakidetza de los profesionales necesarios.

Tras el debate no se ha votado este punto, ya que se votarán todos al final del pleno, una vez que termine la campaña de donación de sangre que anualmente se lleva a cabo en la Cámara.

No obstante, los grupos ya han avanzado su intención de voto y finalmente se aprobará la enmienda de PNV y PSE-EE, en la que se insta al Servicio Vasco de Salud a elaborar un plan de optimización asistencial para reducir los tiempos de espera, en la línea de lo anunciado ya por la consejera de este área, Gotzone Sagardui.

Desde EH Bildu, Rebeka Ubera ha recordado que según los últimos datos enviados por Salud al Parlamento Vasco hay 23.831 personas en listas de espera para una intervención quirúrgica y ha exigido al departamento que cumpla el decreto de 2006 en el que se establecen los tiempos máximos de espera.

«Hay que dejar de lado el mantra de que somos los mejores del Estado. Hay que ser autocríticos y ponerse las pilas. No vale usar la pandemia como excusa», ha defendido Ubera, quien ha insistido en que se trata de un problema estructural que hay que abordar «sin ambigüedades y con compromisos».

En la misma línea, Iñigo Martínez (Elkarrekin Podemos-IU) ha advertido de que las listas de espera se inician en la Atención Primaria. «Es hora de dejar la autocomplacencia a un lado y de ponerse las pilas porque está en juego la salud de los vascos. No es suficiente con volver a la normalidad prepandémica», ha planteado.

Por parte de PP+Cs, Laura Garrido ha advertido de que la calidad de un sistema sanitario «se puede medir por sus listas de espera». Ha cuestionado que el plan planteado sea suficiente, aunque ha reconocido que puede ser un avance.

Elena Lete (PNV) ha dejado claro que desde Osakidetza se trabaja para recuperar las cifras anteriores a la pandemia. «En algunos ámbitos se ha alcanzado la normalidad y en otros está siendo más costoso. Con un diagnóstico y una actitud realista y ambiciosa se pueden plantear soluciones», ha defendido.

El socialista Ekain Rico ha criticado que el objetivo de «algunos» no es solucionar un problema, sino «señalar culpables». Ha reconocido la existencia de un problema, pero ha opinado que tiene su origen principal en la pandemia tras insistir en que el Gobierno Vasco «está volcado en las soluciones». EFE



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