EFE).- El presidente del PP alavés y candidato a diputado general de Álava, Iñaki Oyarzábal, ha denunciado que el Gobierno Vasco solo destinará a Álava un 6,6 % de su plan de inversiones fruto del superávit del ejercicio 2017 dotado con 54,4 millones.
Oyarzábal ha explicado que Álava recibirá sólo 3,6 millones, mientras que Bizkaia percibirá 35,5 millones, es decir el 65,3 %, y Gipuzkoa 15,2, el 28 %.
Para el candidato popular estos datos ponen de manifiesto «un nuevo castigo al territorio alavés por parte del Gobierno Vasco ante la pasividad y cobardía del PNV de Álava, que sigue siendo incapaz de defender los intereses de los ciudadanos alaveses».
Ha anunciado que el PP presentará en las Juntas Generales de Álava una iniciativa para exigir al Gobierno Vasco «un paquete de inversiones adicionales para que Álava reciba de inmediato la inversión correspondiente al peso del territorio», que además es «el que más aporta por habitante».
«Cuando el Gobierno Vasco decide inversiones, Álava siempre está en el último lugar», ha denunciado Oyarzábal quien ha puesto como ejemplo la falta de ambulancias medicalizadas, los problemas constantes con el transporte escolar y la escasa inversión en parques y centros tecnológicos.
Por ello, ha abogado por un «cambio de rumbo urgente» en las principales instituciones alavesas «con un liderazgo fuerte, valiente y reivindicativo para situar a Álava en el lugar que le corresponde», ya que, a su juicio, la «cobardía del PNV alavés» sale «muy cara» a este territorio, que está castigado «sin inversiones, sin servicios y sin proyectos». EFE
Para afianzar la inclusión en las venideras listas electorales, escalar puestos dentro del partido, y asegurar un futuro halagüeño, han tomado el camino de la sumisión. No vaya a ser que se moleste la camarilla de gerifaltes y los aíslen. Los políticos electos del PNV en la Diputación y el Ayuntamiento alaveses, han estado siempre y siguen estándolo ahora, calladitos y diciendo “si señor” a todo lo que proponga la cúpula del partido desde Bilbao. De vez en cuando (suele coincidir con las campañas electorales) nos echan unas migajas par que les sigamos votando, y todos contentos.