Es la monda. La Diputación quiere notificarse a sí misma una liquidación de impuestos y no se encuentra para pode hacerlo. ¡Cómo puede ser! ¡Dice poco del rigo de la institución!
«No habiendo sido posible practicar la notificación por causas no imputables a la administración y habiéndose realizado, al menos, los intentos de notificación exigidos, se cita a los obligados tributarios o representantes que a continuación se relacionan, para ser notificados».
Así versa el Boletín Oficial de Álava a fecha septiembre de 2020. Y aparece una lista de empresas que buscan por cuestiones de impuestos. En concreto por liquidación de retenciones de trabajo.
Lo curioso de la lista es que Diputación se busca a sí misma. Al Instituto Foral de Bienestar Social para la liquidación de retenciones correspondientes a 2018.
Y avisa a los suyos: «Cuando transcurrido dicho plazo no se hubiera comparecido, la notificación se entenderá producida a todos los efectos legales».
Si no se encuentran ellos, cómo van a encontrar al resto de empresas. Algo falla en el sistema.
Ya no cabe un inútil más en esta provincia. La administración pública es patética tanto la autonómica, como provincial y la local. Si de mi dependiese privatizaba absolutamente todo mañana mismo, así se podría echar al personal incompetente a tomar por culo (cosa imposible con los funcionarios ya que no se les puede despedir) y conseguir que todo funcione mejor.
Kafka era un aficionado de tercera al lado de estos señores.