Tras la marcha de Borja Belandia anunciada hoy, se ha avisado también de que la sustitución corresponderá a la número 7 de la lista electoral, Itziar Gonzalo, y no a la número 6 como debía ser preceptivo. Ese puesto en las planchas electorales era el de Blanca Guinea. Ha sido castigada.
De haberse seguido el orden de la lista para su sustitución, le habría correspondido a Blanca Guinea, que es hoy la directora de Alcaldía. El argumento para evitarlo es que Urtaran no ha querido moverla de este puesto porque está haciendo «una gran labor», dicen desde el Consistorio. Se trata de un argumento infantil y poco creíble. Como lo hace bien le dejo de asesora y no le premio como concejala. Que ya lo fue en la legislatura anterior.
Han sido varios los motivos para relegarle. En primer lugar, y como ya contó Norte Exprés hace unos meses: se pasa el día perdiendo los papeles; elevando la voz y atacando a todo lo que se mueve. No solo no ayuda a su alcalde, sino que le perjudica con sus reflexiones. Le ha calentado más de una vez al alcalde, en vez de buscar parámetros de reposo que ayudaran a sumar.
En segundo lugar, internamente en el PNV siempre ha habido un sector que ha recordado que no era afiliada al partido antes de las elecciones, y eso siempre ha levantado ampollas.
Hay quien recuerda también los cambios de fecha, maniobras y secretismo internos para evitar que Blanca Guinea cayera de la lista del PNV al Ayuntamiento en las pasadas elecciones, por la cerrazón de Urtaran a mantenerle en el puesto número 6. Ha cansado y mucho. La factura se está cobrando por algunos afiliados.
Lío con su nombramiento
El pasado mes de junio, la Junta de Gobierno de Gorka Urtaran aprobó el nombramiento de Blanca Guinea como directora General del Departamento de Alcaldía.
Un nombramiento que fue ilegal en un primer momento, ya que la ley establece que solo funcionarios del grupo A pueden acceder a este puesto, y ella es funcionaria en activo del grupo B. «El error» se subsanó con un procedimiento jurídico distinto. Pero el lío se montó.