(EFE).- El Museo Guggenheim Bilbao exhibe desde hoy y hasta el próximo 7 de mayo seis obras de jóvenes artistas vascos en el marco de los actos de celebración del veinte aniversario de este centro expositor.

Los seis trabajos han resultado ganadores en un concurso público al que se presentaron un total de 62 obras, de las cuales 44 procedían de artistas vizcaínos, once de Gipuzkoa y siete de Álava, según ha destacado la comisaria de esta exposición, Lucía Agirre, durante la presentación que ha tenido lugar hoy.

El concurso forma parte de la iniciativa Eginberri, dirigida a artistas vascos menores de 35 años, que el museo puso en marcha el pasado mes de diciembre en colaboración con la Diputación Foral de Bizkaia y la BBK.

La diputada foral vizcaína de Cultura, Lorea Bilbao, presente en el acto, ha destacado, precisamente, que Eginberri ha servido de «trampolín y estímulo» a los nuevos artistas que «despuntan en el panorama cultural» y ha contribuido a reforzar el «tejido cultural y artístico».

Las obras seleccionadas son «Estudio de un fruto de castaño; marrón, verde, gris, proyectando una sombra de color púrpura», de Xare Álvarez Berakoetxea (San Sebastián, 1990), una estructura de acero y vidrio perforado; y «La supernova que yo conocí», de Karlos Martínez B. (Bilbao, 1982), en la que el artista utiliza laca de uñas para dar un acabado industrial a un material marmoleado.

Otras obras son «Ventanas a una promesa mejor», de Zaloa Ipiña (Bilbao, 1982), un proyecto de ventanas simuladas entre el interior y el exterior, así como «Manzanas podridas», de Patrick Grikalvo (Bilbao, 1984), que presenta fotografías analógicas de la selva de Costa Rica en lo que, a simple vista, parecen formas lineales y oscuras.

«Escenario», de María Benito Píriz (Durango, Bizkaia, 1992) reflexiona sobre la proyección de la palabra en soportes como una trampolín o un atril, y finalmente, «Tiempo para el amor», de Izaro Ieregi (Getxo, Bizkaia, 1987), un proyecto que descontextualiza fotografías y las coloca sobre andamios.



3 Comentarios

  1. Si priman la calidad, quizás no lo haya. Si prima el lugar de nacimiento pues nos deberían dar una cuota como vascos. Si en Álava no se potencia, desde ARTIUM u otras plataformas pagadas con nuestro dinero, a los jóvenes artistas , ¿Esperamos que lo vaya a hacer el vecino?.

  2. Lo que no se puede llevar al Guggen son obras como «Patata panadera con caracoles al estilo Green Capital», de Prudencio Mtnez. de Marigorta Fernández de Larrinoa. Todo eso está muuuuy visto

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