El anunciado recorte de horarios en el uso de bibliotecas de Vitoria ha molestado a sus usuarios. Recogemos una carta ciudadana enviada al Ayuntamiento de la ciudad en el Buzón Municipal  que pone en valor la cultura de la ciudad. Ibaiondo, Zabalgana, El Pilar, Hegoalde y Salburua abrirán hora y media más tarde.

«Bibliotecas, los otros pulmones de la «Green Capital»:

Este año soy lector habitual en la biblioteca de Zabalgana. Por cuestiones laborales suelo aprovechar para acercarme alrededor de las 09:15-09:30. Veo con gusto que hay otras personas que también «madrugan» para solicitar libros, renovar sus préstamos, estudiar tranquilamente o simplemente compartir un espacio de calma en el interior de ciudades desafortunadamente cada vez más abocadas a todo lo contrario.

RABIA Y TRISTEZA

Supongo que al igual que a mí les vendrá bien ese horario. Desde temprano por la mañana la biblioteca está viva. Yo diría que hay algo bueno en una sociedad que madruga para ir a la biblioteca y me da cierta tristeza y rabia escuchar que algunos representantes políticos de la ciudad parecen no sentirlo de la misma manera y están planeando recortar su horario.

¿No deberíamos reconocer que en la medida en que preservan una filosofía sostenible, afianzada en el uso compartido y responsable de los recursos comunes, también nuestras bibliotecas públicas son pulmones de ese proyecto que se ha venido en llamar «Green Capital»?

MEJOR AMPLIAR HORARIOS

En esta sociedad donde no pocas veces el dinero público se malogra en efemérides espectaculares sin ningún recorrido, la red de bibliotecas públicas es un buen ejemplo de una forma de vida en la que los recursos se comparten de manera sosegada, sostenible y constante. Por supuesto, un ejemplo mejorable, pero ¿acaso reducir su horario de apertura va a suponerle una mejora al servicio o a quienes disfrutamos de ello?

¿No sería mejor actuar en la dirección contraria? Desde mi punto de vista debería hacerse una apuesta más decidida por ellas, ensanchar su franja horaria, dotarlas de más recursos económicos y humanos.

Porque, aunque es cierto que el préstamo de materiales es una función determinante en el servicio, a veces olvidamos que las bibliotecas son mucho más que supermercados del ocio al uso. Son espacios de protección que por suerte funcionan en lo práctico y, también, en lo simbólico. Pulmones.

CONSUMO DESAFORADO

Evidentemente entiendo que una forma de vida como esa, choca diametralmente con lo que desde la lógica del consumo desaforado e irresponsable se espera de nosotros, pero duele ver que también nuestro Ayuntamiento se anime a seguir ese camino.

La verdad es que me gustaría volver a pensar que se trata de un malentendido y confío en que se reconsidere la decisión», CONCLUYE.



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