El vertedero municipal de Vitoria ha recibido un 18 % más de residuos en 2020 al acoger 114.561 toneladas, es decir 17.824 más que en 2019 cuando se vertieron 96.737.
Estos datos han sido ofrecidos este jueves en comisión municipal por el concejal de Gestión Medioambiental, César Fernández de Landa, a preguntas sobre la gestión de Gardelegi planteadas por los tres grupos de la oposición, EH Bildu, PP y Elkarrekin Vitoria.
Fernández de Landa ha desvinculado este incremento de la llegada de residuos que se vertían en el derrumbado vertedero de Zaldibar al suponer 4.705 toneladas de las 114.561 totales, «un porcentaje que no llega ni al 4 % del total».
El concejal ha explicado que «la entrada de nuevos productores» que anteriormente vertían en otros vertederos ha supuesto el depósito en Vitoria de 29.283 toneladas, un porcentaje de «sólo el 44 %» de lo inicialmente autorizado por el ayuntamiento.
Fernández de Landa ha circunscrito el aumento experimentado en Gardelegi durante 2020 al «incremento importante en residuos industriales inertes de dos empresas siderúrgicas del territorio» que han realizado «excavaciones en explotaciones en suelos potencialmente contaminados de Vitoria» y que han vertido 28.000 toneladas.
Un alza que también ha achacado «a la sociedad que tenemos, que produce los residuos que produce», al tiempo que ha defendido que la llegada de basura anteriormente destinada a Zaldibar no ha tenido «un impacto tan grande» como esperaba la oposición.
Aún así, el vertedero municipal de Vitoria ha experimentado un importante incremento de residuos desbaratando las estimaciones que el concejal de Gestión Medioambiental realizó el pasado mes de octubre cuando aseguró que las cifras serían «similares» a las de 2019.
Fernández de Landa ha calificado el 2020 como un año «caótico» debido a la pandemia que se ha reflejado en la actividad del vertedero, ya que en enero y febrero se produjo un ligero incremento de entradas del 2 % y 7 %, respectivamente, que descendió durante los meses del confinamiento, «sobretodo en abril con una caída del 30 %» y luego se incremento en «un 42 % con el retorno de la actividad laboral».
La concejala de EH Bildu Amancay Villalba ha puesto sobre la mesa la «necesidad de repensar» el nuevo contrato de explotación del vertedero, ya que el actual finaliza este año, con el objetivo de evitar los incendios ocurridos en 2020 y abordar la vida útil de Gardelegi que se estima en un plazo de «ocho años».
En este sentido, Fernández de Landa ha desvelado que «hay bastantes motivos que aconsejan prorrogar el contrato» y que el Ayuntamiento se pronunciará al respecto antes de final de febrero.
El concejal del PP Alfredo Iturricha ha desaprobado la gestión de Gardelegi ante el incremento del 18 % en los desechos recibidos que «han truncado las expectativas de trabajo» de la capital alavesa en pro del medio ambiente, la bajada en el consumo y el reciclaje.
Una postura que ha compartido el portavoz de Elkarrekin, Óscar Fernández, quien ha calificado de «sumamente grave» el aumento de los residuos depositados en Gardelegi «en un año de pandemia con parada de la actividad industrial». EFE