Varios ciudadanos se han dirigido al Ayuntamiento de Vitoria para pedir que se extremen medidas de protección en los pintxos de los bares de la ciudad.

Uno de ellos señala que «estamos viviendo un momento muy delicado en cuanto a salud de la población» Y denuncia que «en los bares los pinchos, dulces, etc siguen sin estar cubiertos y protegidos de las toses, y salivas de los clientes, por desconocimiento ó dejadez y pasotismo de los responsables.

 

¿Va a poner el ayuntamiento algo de su parte para protegernos a los ciudadanos ?, se pregunta.

 

Incluso propone «mano dura a los incumplidores pues el riesgo para todos es muy alto».

 

En el mismo Buzón municipal, otro ciudadano asegura que «es notoria la falta de higiene, así como el incumplimiento de la normativa en materia sanitaria del gremio de hostelería de Vitoria-Gasteiz».

 

Asegura que incluso ha realizado un muestreo: «Hoy de 25 establecimientos a los que he accedido 22 lo incumplían, uno a medias y solo dos lo hacían correctamente (curiosamente con gerencias chinas).

 

«Me pregunto ¿ Va a hacer algo el Sr. Concejal de Salud y consumo o el de Seguridad ciudadana al respecto?».

 

El Ayuntamiento de Vitoria ha intervenido en el debate y subraya que «realiza de forma periódica inspecciones higiénico-sanitarias en establecimientos de Hostelería», aunque no ha especificado si en estos momentos, con el coronavirus encima, ha incrementado la vigilancia.

 

«Si presentan otras irregularidades, se les requiere para que las subsanen. En algunos casos se procede a la incoación del correspondiente expediente sancionador», pero respondiendo en genérico sin alusiones al coronavirus.

 

 



9 Comentarios

  1. ¿No le da verguenza decir al Ayuntamiento que realiza inspecciones periódicas a los establecimientos de hostelería? ¿Cuando? ¿Como? ¿Les riñen a los infractores? No hace falta inspecciones, pues estos inspectores (¿cobrarán por su trabajo?) ven cada día como el 95% de los bares incumple la normativa de protección de pinchos. Con lo facil que sería imitar a un bar-restaurante de la calle San Antonio, que cumple a la perfección.

  2. Es una vergüenza con la de particulas que vuelan en el hambiente que se siga tolerando esto. Deverian protegerlos mas y seguro que subian las ventas porque yo personalmente por mucha hambre que tenga si lo veo desprotegido, no lo compro.

  3. Tenéis razon en lo de las inspecciones, pero si no se hacen, lo más fácil es no consumir esos pintxos, a ver si la hostelería se pone las pilas y reacciona.

  4. Yo digo, lo mismo, bar que entras, ves todos o gran parte de los mostradores, con los pintxos al aire. Yo personalmente, no los como y se acabó. Pero es cierto que si de verdad existen las inspecciones, no sirven de mucho. Y entiendo que eso no es difícil de comprobar, pues otra cosa no hay en Vitoria, pero bares o cafeterias, creo que hay unas cuantas. Y yo no lo digo, por el tema del coronavirus de ahora, es en todo momento, no tenemos que estar expuestos a coger de todo, por no hacer las cosas correctamente. El todo vale, no está bien, para nada.

  5. Ante lo que está pasando con el coronavirus y la reducción de afluencia de personas a establecimientos de hostelería, sería aconsejable que los propios hosteleros se esfuercen por tapar los pinchos ya que son foco de contagio evidente.

  6. Yo con el tema del hostelería siempre digo lo mismo: si lo que está de cara al público es un desastre, les da igual a la gerencia y trabajadores ¿cómo estará la parte que el cliente no puede ver.?
    y en relación a la respuesta que ha dado el ayuntamiento , que íbamos a esperar ,vamos a ver: no tenemos que ser ingenuos son políticos, evidentemente ellos también van con sus familias de pintxo pote o simplemente a tomarse un café con un croissant . Vamos que no nos tomen el pelo que ellos también viven en esta ciudad.

  7. Con la iglesia hemos topado, dijo aquel. El alcalde de esta ciudad no tiene huevos de sancionar a los hosteleros que incumplen las normas. Tenemos que esperar al virus de marras? Desde las instituciones se insiste en que nos lavemos bien las manos. Pero son las propias instituciones las que miran para otro lado, y en este caso es evidente, que no están cumpliendo con el mandato que les han otorgado los ciudadanos, para que sean garantes de nuestra salud.

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