Cuatro de cada diez familias creen que su situación económica ha empeorado en los tres últimos años (un 41,2 % frente al 29,3 %) y tres de cada diez hogares se ven con dificultades para llegar a fin de mes (una tasa muy parecida a la anterior).
Estas son algunas de las conclusiones de la Encuesta de Condiciones de Vida correspondiente a 2024 publicada este jueves por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, que actualiza la última edición del estudio (2019).
En este tiempo ha aumentado el número de familias que piensan que su situación económica ha ido a peor y ya son el 41,2 %. También son más las familias que ahora se ven mejor, en total un 16 % (es decir 2,5 puntos porcentuales más). El 42,9 % restante considera que su situación económica se ha mantenido estable (-14,2 %).
Los hogares que tienen la sensación de que les cuesta llegar a fin de mes se han reducido ligeramente (-1,2 %) pero siguen siendo casi un tercio del total, en concreto, el 28,7 %.
Desde 2019 ha crecido un 17,1 % el número de familias que definen como mala su situación económica hasta el 26,6 % y un tercio de los hogares (29,5 %) han sufrido restricciones económicas de algún tipo, lo que representa un aumento del 1,6 %.
Esas limitaciones económicas se han concentrado en el ocio (77,7 % de los casos), en el vestido y el calzado (56,4 %) y en el equipamiento del hogar y en la alimentación (ambas con el 42 %). Las restricciones en cuidados médicos son las menos comunes (16,2 %).
25.000 hogares sin calefacción
Casi todos los hogares de Euskadi tienen equipamientos domésticos, principalmente electrodomésticos, pero un 39,8 % tiene pocos equipamientos. Este porcentaje ha crecido un 22 % desde 2019.
Mientras que casi el 100 % de las familias dispone de equipos audiovisuales, un 2,6 % de las viviendas, casi 25.000, no tienen ningún tipo de calefacción (+1,2 %).
En cuanto al entorno, la inmensa mayoría de familias tiene a menos de 10 minutos andando desde su casa una parada de autobús (95,9 %), un bar (95,2 %), una cafetería (92,8 %), una panadería (91,7 %), una farmacia (91,5 %), una tienda de alimentación (91 %) y un supermercado (90,5 %).
Internet y la música, el ocio más frecuente
El año pasado siete de cada diez vascos se fueron de vacaciones (72,6 % frente al 64,8 % de 2019). La mayoría viajó a otras comunidades autónomas (68,2 %), un 13,9 % a un país europeo y un 10,5 % se quedó en Euskadi. Las casas de familiares fueron el tipo de residencia utilizada durante sus vacaciones.
La encuesta también revela que el 37,2 % de la población vasca dispone de 2 a 4 horas al día de tiempo libre. Las actividades más populares para disfrutar del ocio son navegar por internet (69,4 %), escuchar música (66,6 %), ver cine en casa (59,2 %) y practicar deporte (49,6 %).
Las asociaciones deportivas son precisamente las organizaciones con mayor número de afiliados (300.000 personas en 2024) y hay más hombres que mujeres inscritos (67,4 % y 32,6 %, en cada caso).
Los hombres también participan más en organizaciones políticas y medioambientales y ambos géneros lo hacen en la misma proporción en las asociaciones juveniles. Las mujeres son mayoría en las organizaciones de asistencia social, organizaciones de cooperación para el desarrollo y de educación.
Contacto frecuente con familiares y amigos
La inmensa mayoría de los vascos (88,5 %) tienen familiares (padres, hijos) que residen fuera de su domicilio y mantienen con ellos relaciones «intensas», es decir con frecuencia semanal o diaria. En el caso de los amigos esas relaciones intensas se sitúan en el 78 %.
Las formas más habituales de relación son el contacto telefónico o por internet (44,1 %) y las reuniones semanales (33,9 %).
En cuanto a las comunidades de vecinos, el 81,6 % de las familias tiene relación con las personas que viven en su edificio mediante conversaciones diarias en la escalera (62,7 %) y prestarse ayuda como mínimo semanalmente (24,2 %). En estos cinco años estos porcentajes se han reducido significativamente: 15,3 y 12,7 puntos, respectivamente.
Por otro lado, el 20 % de las familias percibe problemas de seguridad ciudadana, como robos y agresiones (un 4 % más que en 2019). También sube la percepción de la mendicidad un 11 %, del alcoholismo un 12 % y del consumo de drogas un 11,6 %. EFE