El diputado general de Álava, Ramiro González, ha comentado sobre las conversaciones con los posibles inversores en la empresa Guardian de Llodio que son «complejas»
Tras el Consejo de Diputados, González ha respondido a preguntas sobre la situación del firma de fabricación de vidrio Guardian, que ha anunciado el cierre y el despido de sus 170 trabajadores.
Las instituciones vascas mantienen negociaciones con posibles inversores para conservar Guardian. El consejero de Industria detalló que hay 4 inversores (3 de Euskadi y uno de fuera) interesados en continuar con la industria y «uno de ellos está muy avanzado».
El diputado general ha confirmado hoy que hay inversores interesados, pero son conversaciones «complejas, que no se pueden resolver en un periodo más breve. Se negocia con discreción, por lo que no podemos adelantar nada».
González ha agregado que la prioridad en esas negociaciones es que se consiga la continuidad de la actividad y del empleo, aunque, en aras a la discreción, González no se ha pronunciado si el acuerdo llegaría antes de la presentación del ERE de extinción de los contratos, que se negociará en marzo.
González sobre los paros en Talgo: «Hay que ayudar, los gestos tienen que ser positivos»
El diputado general de Álava, Ramiro González, ha comentado sobre la decisión de los sindicatos de convocar paros en Talgo que es hora de «ayudar todos», de manera que los gestos sean «positivos» hacia el nuevo inversor, el consorcio vasco liderado por Sidenor.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha anunciado paros y movilizaciones en Talgo tras la multa impuesta por Renfe en diciembre pasado por el retraso en la entrega de nuevos trenes, porque supondrá una merma de 10 millones de euros en los salarios de sus trabajadores.
Tras el Consejo de Diputados, González ha invitado a todos a empujar para que esta operación -la entrada en Talgo- «sea lo más beneficiosa posible. Es hora de ayudar y empujar, los gestos tienen que ser positivos haca el nuevo grupo inversor».
González ha recordado que Talgo, cuya fábrica principal está en Álava, con 700 trabajadores, tiene una cartera de pedidos muy amplia y va a necesitar ampliar su capacidad industrial, un proceso de crecimiento en el que le van a acompañar las instituciones vascas.
En este punto, ha recordado que Talgo tributa en Álava en función de su volumen de operaciones en el territorio, que es pequeño.
Con el traslado de la sede a Álava «la diferencia fundamental es que Talgo se regirá por la normativa alavesa, con lo que estaremos más cerca de la empresa y será más fácil acompañarla en su proceso de crecimiento», ha explicado el diputado general. EFE
