En la reunión, el consistorio ha reconocido que el Ayuntamiento podría seguir prestando este servicio, en cuanto tiene competencia para ello, por lo que deja claro que la decisión responde a la voluntad política en contra de un servicio esencial para la ciudadanía.
Los sindicatos remarcan que con este paso el Equipo de Gobierno formado por PNV-PSE -encabezado por Gonzalo Olabarria (Concejal de Cultura y Gobernanza) y Amaia Arregi (Concejal de Seguridad Ciudadana)-, abre una nueva puerta a la implantación de servicios privados destruyendo servicios públicos. Así las cosas, exigen a ambos partidos que recapaciten y modifiquen su decisión.
El PNV y el PSE -con el alcalde Juan María Aburto y el concejal socialista Alfonso Gil a la cabeza-, “vuelven a actuar de forma unilateral y sin el apoyo ni el consenso del resto de Grupos Políticos y con el rechazo frontal de la representación social”.
Los sindicatos aseguran que la propuesta de cierre de este servicio público esencial, tradicionalmente de los mejor valorados por los usuarios y usuarias de los diferentes Servicios Municipales, es incomprensible para la ciudadanía de Bilbao, para los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento (en especial, para la Policía Municipal y para los Bomberos y Bomberas de Bilbao).
“Con esta decisión este Equipo de Gobierno deja huérfano el Plan de Emergencia Municipal y el Pacto de Seguridad de Bilbao”, concluyen.
Se trata de pasar su responsabilidad a la de una empresa privada, seguramente de algún conocido, que va a tirar precios por hacerse con el contrato y por tanto van a repercutir en una malísima calidad asistencial.
Ejemplos de ello tenemos a tutiplé, que demuestran que no solo funcionan muchísimo peor sino lo que es más grave, DEMUESTRAN QUE LES IMPORTA UN PIMIENTO LA ATENCIÓN QUE VAN A RECIBIR SUS CIUDADANOS.