EFE.- Un preso de nacionalidad rusa, que padecía múltiples patologías, ha fallecido tras protagonizar un grave incidente en un hospital de Vitoria al atacar a una enfermera, por lo que fue reducido por la Ertzaintza y sufrió una parada cardiorrespiratoria que posteriormente le causó la muerte.

Fuentes penitenciarias han confirmado a Efe el fallecimiento de este preso al que, dado su grave estado de salud, se le concedió la libertad condicional y se le buscó un recurso donde alojarle, dado que no tenía a dónde ir ni familia que se hiciese cargo de él.

Sin embargo, al producirse la pandemia de coronavirus, la asociación de Ciudad Real a la que iba a ser trasladado dijo que en las actuales circunstancias de confinamiento no podía admitir a nadie, por lo que tuvo que quedarse en la cárcel de Álava.

Ataque

Fuentes penitenciarias han aclarado que el hombre amenazó a una enfermera a la que puso unas pinzas quirúrgicas en el cuello y, ante este ataque, los agentes de la Ertzaintza que lo custodiaban intervinieron para evitar la agresión y rescatar a la enfermera.

Las mismas fuentes han confirmado que el recluso sufrió una parada cardiorrespiratoria y días después falleció.

La asociación vasca en defensa de los derechos de los presos, Salhaketa, ha explicado por su parte en un comunicado que el pasado martes este hombre fue conducido a un hospital de Vitoria «para ser operado de una intervención que tenía programada para el día siguiente», pero tuvo un «altercado» con personal sanitario y «parece ser que la Ertzaintza intervino con contundencia». EFE



5 Comentarios

  1. Una vez se tiene conocimiento, de los altercados con este sr, la ertzaina cumplió con su deber…

    No estamos en un pais tercer mundista, como para qué la policia termine con la vida de una persona en un centro hospitalario..

    La Ertzaintza actuó en defensa de la enfermera….

    Enhorabuena al cuerpo…..

  2. Salhaketa haciendo lo suyo… dando por *. Rápido se iban a solidarizar esos con la familia de la enfermera si le hubiera pasado algo, o con las de alguno de los ertzainas.
    Gentuza

  3. Lo más lógico es pedir a los integrantes de esa asociación que dejen sus nombres y teléfonos de contacto para que en las próximas ocasiones se les pueda avisar y así poder llevarse a esos «angelitos» a sus propias casas, con sus niños.

  4. Los de salhaketa se habrán puesto en contacto con la enfermera para saber como está?. Xk imagino q ahora la pobre irá a trabajar con miedo, pero claro, queda mejor defender al pobrecillo preso….en este pais prima el quedar bien y q no te tachen de racista, xenófobo…

Dejar respuesta