Galder Barbado y Aitor Zelaia se sentarán el jueves en el banquillo de la Audiencia Nacional acusados de depósito de armas y explosivos destinados a acciones de kale borroka o violencia callejera, un delito por el que el fiscal les pide 8 años de cárcel a cada uno.

Según el escrito de conclusiones del Ministerio Público, en octubre de 2018 se encontró en un descampado de Durana, en Álava, un bidón oculto en el interior de un tubo de hormigón que contenía objetos susceptibles de ser usados para la confección de artefactos explosivos y en cuyo depósito participaron los acusados.

El bidón contenía botes de clorato potásico, cohetes pirotécnicos, cables eléctricos, botes de gas propano, bombas de campin gas, tuercas y tornillos y mechas, entre otros materiales.

Con ello, según el fiscal, podían fabricarse explosivos similares a los que «habitualmente usaba la denominada violencia callejera o kale borroka del denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco de la organización terrorista ETA», resalta el escrito del fiscal.

Según el representante de la Fiscalía, el depósito o zulo había servido como lugar de almacenamiento a un talde (grupo de apoyo) próximo a ETA para la realización de actos de kale borroka en torno a los años 2014 y 2015.

Añade que en el lugar de los hechos se obtuvieron diversas evidencias con cuatro huellas positivas y un resto biológico correspondientes a los dos acusados.

Para el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de depósito de armas y municiones y de depósito y tráfico de sustancias y aparatos explosivos y de sus componentes con finalidad terrorista, por lo que pide 8 años de cárcel para cada uno y la medida de libertad vigilada por 7 años. EFE



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