Eterno debate en Vitoria. Estudiantes que acuden a salas de estudio municipales y que dejan libros en señal de reserva de plaza, pero que desaparecen.
Algunos se van nada más depositar su material académico en la mesa, otros a la hora de la comida, otros para un cigarrito, otros le cogen sitio al compi que ya llegará…
Hay denuncias ciudadanas en este sentido en el Buzón: «Últimamente la sala de estudio y biblioteca del centro cívico de Salburua se llenan a primera hora y permanecen así durante todo el día.
Es por eso que para las personas que se van a su casa a comer es casi imposible conseguir sitio a la tarde. Pese a que en la puerta hay un claro aviso recalcando que no se pueden reservar los sitios ni dejar las cosas más tiempo del debido,
la gran mayoría de usuarios de esta sala hacen caso omiso a la advertencia
y dejan lugares ocupados por periodos muy largos de tiempo, por ejemplo dejando las cosas todo el mediodía mientras bajan a comer».
