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El Departamento de Educación del Gobierno Vasco y el centro tecnológico Eurecat, de Barcelona, han desarrollado un robot que combina la visión y la inteligencia artificial para la recolección de frutas delicadas como las fresas.

El robot ha sido presentado en la feria Expo AgriTech centrada en las tecnologías para el sector agrario que se celebra en Málaga.

Está dotado de tecnologías de visión e inteligencia artificiales para la detección de los frutos y cuenta con un sistema de datos para monitorizar el estado del cultivo y el proceso de recolección.

El investigador de la Unidad de Robótica y Automatización del centro tecnológico Eurecat, Óscar Palacín, ha explicado que se ha adaptado el robot con algoritmos para las labores de detección y manipulación de la fruta y que su trabajo ya ha sido probado con fresas, aunque puede ajustarse a otro tipo de cultivos como tomates, pimientos, pepinos y frutas con hueso, entre otros.

La solución robótica, que se ha desarrollado gracias a una necesidad de mercado identificada por ‘Tknika’, el centro de investigación e innovación aplicada para la Formación Profesional del País Vasco, promotora e impulsora del proyecto, se ha validado en un cultivo hidropónico, es decir sin suelo, con fresas en las propias instalaciones de Tknika, en Errenteria (Gipuzkoa).

«Los resultados obtenidos hasta la fecha son un éxito», ha señalado la directora ejecutiva de Tknika, Pili Alonso, quien destaca que «este tipo de proyectos fomentan y promueven la capacitación y competitividad dentro del sector de la transferencia de conocimiento en innovación aplicada».

El proyecto HarvBot, en cuyo marco se ha desarrollado este robot, se ha implementado con el apoyo de la Agencia para la Competitividad de la Empresa de la Generalitat de Cataluña.

El Departamento de Educación del Gobierno Vasco ha explicado que soluciones robóticas como esta permiten responder a la creciente necesidad de las empresas agroalimentarias de optimizar tareas en el campo ante la escasez de mano de obra, así como generar una base de datos de seguimiento del cultivo, lo que facilita una gestión más sostenible y resiliente frente al cambio climático. EFE



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