La Guardia Civil de La Rioja ha investigado a un conductor alavés ebrio y drogado quien, tras provocar un accidente de tráfico, ignoró las «graves e irreversibles» lesiones que causó a su acompañante, que ha quedado incapacitada para mover sus extremidades por una lesión medular.
Tras el vuelco, la mujer, rogó al conductor que alertara a los servicios de emergencia, pero este hizo caso omiso de sus peticiones, «mostrando frialdad y falta de humanidad al preocuparse únicamente por el estado de su vehículo, que quedó completamente destrozado», según la Guardia Civil.
Según ha detallado este martes la Guardia Civil en una nota, el conductor ha sido investigado como presunto autor de los delitos de conducción temeraria, lesiones por imprudencia grave, omisión del deber de socorro y conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas.
El supuesto autor de estos hechos es un varón de 25 años y residente en Álava, mientras que la víctima es una mujer joven.
El accidente ocurrió hace unos meses, cuando la Guardia Civil recibió un aviso por un accidente ocurrido la altura del kilómetro 2,800 de la carretera LR-331, en el término municipal de Matute.
Agentes del Sector de Tráfico se desplazaron al lugar del incidente, donde constataron que un turismo de la marca Honda se había salido de la vía por la derecha, tras lo que impactó contra una señal vertical y sufrió varios vuelcos.
La persona que ocupaba el asiento delantero resultó gravemente herida, mientras que el conductor, quien también sufrió lesiones de gravedad, presentaba síntomas de haber consumido sustancias incompatibles con la conducción.
Los agentes le realizaron las pruebas de alcoholemia y drogas, que arrojaron una tasa de 0,54 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, más del doble la tasa máxima permitida, y también dio positivo en cannabis.
Por ello, se le extrajo una segunda muestra de fluido oral, que fue remitida a un laboratorio acreditado para su análisis, que meses después ha confirmado el primer resultado.
Petición reiterada de bajarse
En la investigación realizada por el equipo de Atestados, se ha confirmado que la víctima solicitó reiteradamente al conductor, antes de que ocurriera el accidente, que detuviera el vehículo para poder bajarse, al percatarse de que circulaba a velocidades de hasta 180 kilómetros por hora en una vía limitada 90.
Tras el vuelco, la mujer, quien quedó incapacitada para mover sus extremidades debido a una lesión medular, rogó al conductor que alertara a los servicios de emergencia, pero este hizo caso omiso de sus peticiones, «mostrando frialdad y falta de humanidad al preocuparse únicamente por el estado de su vehículo, que quedó completamente destrozado», según la Guardia Civil.
Una hora y media después del siniestro, un ciclista que pasaba por la zona se percató del accidente y alertó a los servicios de emergencia.
Gracias a esta intervención, se pudo prestar ayuda a la víctima, quien actualmente se encuentra en un estado de salud «delicado» debido a las graves lesiones sufridas.
Las diligencias han sido puestas a disposición de la autoridad judicial. EFE