(EFE).- La posible venta de las diez plantas que la siderúrgica Gerdau tiene en España ha alertado a sus 2.250 trabajadores y a las instituciones, en una jornada marcada por la sorpresa y la preocupación ante la falta de noticias que confirmaran lo adelantado ayer por un diario francés.
El periódico galo «Le Republicain Lorrain» publicó ayer que Gerdau había iniciado el proceso de venta de sus factorías en España (del grupo conocido hasta 2012 como Gerdau-Sidenor) y que es el Banco Santander el que ha recibido el mandato de llevar a cabo esa operación, con contactos con los principales sectores siderúrgicos en Europa.
El origen de la posible venta estaría en las dificultades de la casa matriz, la brasileña Gerdau, afectada por la crisis en este país.
Gerdau tiene en España 2.250 empleados, que se reparten en diez plantas -dedicadas la mayoría a aceros especiales- en Basauri, Vitoria, Reinosa, Legutiano (Álava), Polinyá del Vallés (Barcelona), Azuqueca de Henares (Guadalajara), Sagunto (Valencia) y las tres fábricas guipuzcoanas de Azkoitia, Maltzaga y Legazpi.
Las fábricas más importantes son las de Basauri (Bizkaia), con unos mil trabajadores -donde están también las oficinas generales del grupo en España-, y Reinosa (Cantabria) con unos 700 empleados, y es en ambas factorías y en las instituciones de las dos comunidades donde se han producido las reacciones, marcadas por la falta de datos.
Los sindicatos que tienen la gran mayoría de la representación en la empresa en España -UGT, CCOO y USO- van a pedir una reunión urgente con el consejero delegado de Gerdau en España, José Antonio Jainaga.
Los trabajadores de Gerdau se han mostrado hoy muy sorprendidos y preocupados por las noticias de la venta y están a la espera de que se confirme o no por parte de la dirección, pero ésta de momento se ha limitado a decir que no comenta «rumores o especulaciones del mercado», según fuentes de la empresa.
De hecho, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha explicado hoy que ha hablado a primera hora con el consejero delegado de Gerdau en España, José Antonio Jainaga, quien «está con el mismo desconocimiento del tema como podemos estar aquí».
Según Revilla, Jainaga estuvo hablando ayer con la empresa matriz en Brasil, pero, de momento, «no se les ha dado ninguna explicación».
Revilla también ha hablado con la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, quien le ha asegurado que en el caso de que las factorías del grupo Gerdau en España se vendan, intentará por todos los medios que el comprador mantenga la estabilidad de la planta de Reinosa.
En Euskadi, la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, ha puesto a disposición de Sidenor «todas las herramientas» de las que dispone el Gobierno Vasco para «buscar una solución» y mantener en Euskadi la actividad de estas plantas y el «máximo número de empleos».
Los sindicatos han sido unánimes es resaltar la «competencia, capacidad productiva y viabilidad» de las plantas españolas de Gerdau, como ha dicho UGT, y en pedir a las administraciones públicas que «presionen» a la dirección para que cambie sus supuestos planes de vender.
También el sindicato vasco ELA ha opinado que las plantas de Gerdau «no deben ser las que paguen la crisis del grupo en Brasil», ya que «han generado importantes beneficios los últimos años, son competitivas y tienen una plantilla de gran valía».
ELA ha recordado que los trabajadores han sufrido «importantes recortes en sus condiciones de trabajo, con la supuesta condición de que esos esfuerzos garantizarían el futuro de las plantas».
El sindicato LAB ha afirmado que no aceptará ninguna medida que afecte a la actividad y a los puestos de trabajo de las plantas vascas de Gerdau porque «son rentables y tienen carga de trabajo».