Sigue el cisco con las monjas, también en Vitoria (reportaje)
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 Las monjas Clarisas de Vitoria presentarán una demanda en los tribunales para conseguir la anulación de la compraventa del monasterio de Orduña (Bizkaia) a las Clarisas de Belorado (Burgos) al considerar que «no se pueden quedar con las propiedades» de la Iglesia Católica tras haberse «ido a una secta».

Este conflicto trascendió en el momento en el que las Clarisas de Belorado anunciaron su intención de abandonar la Iglesia Católica, decisión que posteriormente han matizado, para pasar a estar bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no están en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019.

El origen es la decisión de Roma de «bloquear» su solicitud para poder vender un convento que tienen en propiedad y que está vacío en Derio (Bizkaia), para poder así hacer frente a la compra del monasterio de Orduña, perteneciente a la Diócesis de Vitoria y con la que tenían un acuerdo de compraventa.

Las Clarisas de Vitoria dan ahora un paso adelante y van a demandar a las de Belorado ante los tribunales para que se anule la compraventa del convento vizcaíno tal y como ha confirmado a EFE el vicario para la Vida Consagrada de la Diócesis de Vitoria, Manuel Gómez Tavira.

Gómez Tavira, que ha acompañado este jueves a las responsables del convento de Vitoria al despacho de abogados que llevará esta acción judicial, ha planteado que una vez que las Clarisas de Belorado «se han ido a una secta no pueden quedarse con las propiedades» de la Iglesia Católica.

«Esto no es un problema de dinero», ha insistido y para ratificarlo se ha referido a las declaraciones que hizo ayer la abadesa de Belorado, Sor Isabel de la Trinidad, quien hizo un llamamiento a los católicos que, como ella, se sientan «profundamente defraudados» con la Iglesia Católica de las cuatro últimas décadas a que «escuchen» lo que tienen que plantear frente a las «herejías» que observan en el Vaticano y en el Catecismo.

«Han dejado de ser Clarisas»

En la demanda se alegará como argumento el impago por parte de la congregación burgalesa. «Si no hubiera pasado esto las hermanas de Vitoria nunca les hubiesen pedido un duro porque las dos son Clarisas, pero ellas (las de Belorado) ya han dejado de ser Clarisas», ha señalado.

Según recoge el diario El Correo, el despacho de abogados presentará una «demanda civil en ejercicio de condición resolutoria pactada en la escritura de compraventa», trámite que podría decidirse en la reunión de este jueves que, de aceptarse, supondría la anulación del contrato de compraventa.

Con ello, deberán abandonar el convento de Orduña las hermanas de la congregación de Belorado que aún residen allí. La demanda podría presentarse ante un juzgado de la localidad burgalesa de Briviesca.

La decisión se toma después de que el pasado 7 de mayo ninguna de las partes implicadas moviese sus posturas en un acto de conciliación que se celebró en el citado despacho de abogados.

En un vídeo en la cuenta de Instagram creada ayer, las Clarisas de Belorado negaron que estuviesen secuestradas o lejos de sus familias. También que se fuesen a ir de la Iglesia, y anunciaron que tienen la intención de explicar lo sucedido, lo que están viviendo, para así paliar la «preocupación» que muchas personas les están haciendo llegar.

«No nos vamos de la Iglesia. Os lo iremos explicando. Así que a los que estáis preocupados por esto tened un poco de paciencia», han indicado. «Estamos bien, nuestra realidad no es que estemos secuestradas lejos de nuestras familias. Iremos compartiendo poco a poco con vosotros nuestra experiencia».

La Diócesis de Vitoria sitúa la falta de dinero de las Clarisas en el origen del conflicto

 El vicario general de la Diócesis de Vitoria, Carlos García, ha situado el origen del conflicto abierto en el seno de la Iglesia Católica con las Clarisas de Belorado (Burgos) y Orduña (Bizkaia) en la «grave situación económica que atravesaban» estas hermanas, a las que ha dicho tener «aprecio y cariño», por lo que ha confiado en que «las aguas vuelvan a su cauce».

García, que ha participado este jueves en la presentación de los actos conmemorativos del Museo de Arte Sacro de Vitoria, ha hecho estas declaraciones a preguntas de los periodistas, sobre la situación creada después de que esta comunidad de monjas anunciase su intención de abandonar la Iglesia Católica para pasar a estar bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, excomulgado en 2019, y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli.

Las hermanas respondieron de este modo a la decisión de Roma de «bloquear» su solicitud para vender un convento que tienen en propiedad y que está vacío en Derio (Bizkaia), para poder así hacer frente a la compra del monasterio de la localidad vizcaína de Orduña, perteneciente a las Clarisas de Vitoria, con las que tenían un acuerdo de compraventa.

García ha enmarcado lo sucedido como «un asunto» entre las Clarisas de Belorado y las de la capital alavesa por la compraventa del inmueble de Orduña, de la que ahora «se han vuelto atrás» las mojas alavesas, que presentarán una demanda para anular el contrato por impagos ante los juzgados.

Negativa a dilapidar el patrimonio

El vicario general se ha mostrado cercano a las monjas de Belorado desde que se trasladaron en parte al monasterio de Orduña y ha asegurado estar sorprendido y llevar «con mucho dolor» lo ocurrido con unas religiosas a las que tiene «aprecio y cariño».

«Son buenas personas, normales y corrientes», ha insistido García, quien ha reconocido que han podido actuar inducidas por Pablo de Rojas Sánchez-Franco, en un momento en el que estaban pasando «una grave situación económica».

Ha explicado que esta comunidad de religiosas «no podía hacer frente a pagos, ni a las obras de reparación del Monasterio», por lo que la Diócesis les prestó dinero «en algún momento» al verlas «muy agobiadas económicamente».

«Que en ese momento haya aparecido un tercer interlocutor que tiene detrás grupos económicos importantes y que haya querido aprovecharse y ofertar una salida económica para ellas es posible. Todo parece que es así», ha dicho en relación al papel de Pablo de Rojas Sánchez-Franco.

En este sentido, ha explicado que cuando comunicaron, según el vicario, de manera informal, su intención de vender Derio, lo querían hacer a un «bajo precio que suponía dilapidar el patrimonio», lo que levantó la sospechas de los obispados de Burgos y Vitoria de que tras la compra podría haber «algún grupo ultraconsevador que rechaza el Concilio».

24 horas haciendo dulces para subsistir

«Llegamos a hablarlo el obispo de Burgos, Mario Iceta, y yo en el funeral de José Antonio Ardanza porque nos olíamos algo. Iceta estaba preocupado», ha desvelado García, quien ha defendido la actuación de Iceta en este conflicto.

Se ha mostrado sorprendido también por las palabras de la abadesa de Belorado, Sor Isabel, que ayer hizo un llamamiento a los católicos que, como ella, se sientan «profundamente defraudados» con la Iglesia Católica de las cuatro últimas décadas a que «escuchen» lo que tienen que plantear frente a las «herejías» que observan en el Vaticano y en el Catecismo.

Ha dicho que esta comunidad no había mostrado antes «ninguna duda religiosa» y que como confesor ha constatado que «son un grupo de mujeres creyentes, que han entregado la vida al Señor y a la Iglesia»,  y que tal y como ha insistido «se pasaban 24 horas en el obrador haciendo dulces para tener posibilidades de subsistencia económica».

«La situación está como está. Lo llevo con dolor, pero sigo confiando en ellas. Vamos a ver si se establecen puentes y toda esta locura al final se queda simplemente en un mal sueño y las aguas vuelve a su cauce. No he perdido la confianza en ellas», ha planteado.

El vicario general de la Diócesis de Vitoria ha reconocido que esta situación hace daño a la imagen de la Iglesia Católica, de la que ha destacado como uno de los valores la comunión entre sus miembros. «Que este principio se rompa de esta forma caricaturesca claro que hace daño», ha concluido.

 

Los obispos dudan de que las monjas clarisas apoyen a la abadesa y las animan a expresarse

 La Conferencia Episcopal (CEE) ha asegurado este jueves que no todas las hermanas del monasterio de las clarisas de Belorado y Orduña suscriben la decisión de la abadesa de abandonar la Iglesia católica y ha animado a las religiosas a expresar su postura en libertad de conciencia.

En un mensaje de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la CEE, los obispos respaldan el comunicado del arzobispado de Burgos y del obispado de Vitoria y tienden la mano a las monjas clarisas de Belorado y Orduña, al tiempo que lamentan «profundamente» la declaración de ruptura con la Iglesia católica de la abadesa.

«Solicitamos que cada hermana del monasterio de Belorado y Orduña, en el ejercicio de su libertad de conciencia, pueda expresar su postura ante la decisión que comunica la abadesa», señala la CEE que indica que «el desarrollo de los acontecimientos sugiere que no todas las hermanas suscriben la ‘carta’ de la abadesa».

Sobre este comunicado hecho público el pasado 13 de mayo, los obispos explican que su contenido se corresponde con el que propugnan aquellos que niegan la validez del Concilio Vaticano II y son denominados ‘sedevacantistas’.

Añaden que el texto entronca con un grupo que es considerado una secta por varios expertos.

Lamentan el tono «ofensivo y recriminatorio» y el uso de algunos términos, como por ejemplo el de la «sumisión» a un falso obispo y supuesto líder de una secta.

Términos que -apunta la CEE- no son propios del modo habitual de comunicarse de estas hermanas y que se manifiestan ahora públicamente no sólo en las palabras escritas de la abadesa, sino también en medios de comunicación «abundando en expresiones confusas que parecen fruto de engaños».

La Comisión Episcopal para la Vida Consagrada asegura que los motivos de descontento aducidos en la carta tienen solución y no ve una «relación proporcionada» ente las causas expuestas y la conclusión a la que se llega.

Así, pide a las monjas que se abran al diálogo con obispos, sacerdotes, personas consagradas, hermanos y hermanas de la Iglesia católica que, «fieles a la verdad y en comunión con el papa Francisco, buscan el bien para este monasterio y para cada hermana clarisa».

La abadesa clarisa de Belorado pide a los católicos que les sigan frente a las «herejías»

  La abadesa del Convento de Clarisas de Belorado (Burgos), sor Isabel de la Trinidad, ha hecho un llamamiento a los católicos que, como ella, se sientan «profuntamente defraudados» con la Iglesia Católica de las cuatro últimas décadas a que «escuchen» lo que tienen que plantear frente a las «herejías» que observan en el Vaticano y en el Catecismo, aunque también ha reconocido que existe un conflicto inmobiliario latente.

En declaraciones al programa Tarde AR de este miércoles, la abadesa y el resto de religiosas del convento han estado acompañadas por el religioso ‘Don José’, quien ha confirmado que hasta hace dos años ejerció de barman en Bilbao y que su ordenación en 2005 -no reconocida por la Iglesia Católica- fue obra del fundador de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli una asociación que dirige el falso obispo excomulgado Pablo de Rojas.

«Esto es una explosión, pero desde hace más de 4 años estaba en el corazón y en las conversaciones de las hermanas», ha indicado la abadesa sor Isabel, quien ha reconocido que el cambio vino tras informarse por «muchos sitios», incluidos «libros de autoayuda», como ha reconocido otra de las religiosas en la intervención televisiva.

Preguntada por el papa Francisco, la abadesa ha negado su condición de papa y le ha acusado de «usurpación»: «Tenemos una plena convicción de que la gente tiene que despertar y que el que realmente quiera estar en la Iglesia Católica lo que tiene que hacer es escuchar lo que lo que estamos diciendo porque es importante».

Ha alertado de la existencia de «lobos con piel de oveja», entre quienes ha incluido a los obispos con los que ha tratado durante sus 40 años de trayectoria como clarisa, en referencia a los de Bilbao, Vitoria y Burgos, a quienes ha acusado de no dar respuesta a las preguntas que le han ido surgiendo en los últimos años sobre cuestiones como el ecumenismo -tendencia a la unidad de las iglesias de raíz cristiana- y la relación con el resto de fes.

Frente a estos obispos, la abadesa ha reconocido que fue en marzo de 2023 cuando un seglar se puso en contacto con ella y le contó de la existencia de la Pía Unión dirigida por Pablo de Rojas, con quien finalmente pidió hablar y le dio respuesta a sus inquietudes sobre la fe, «con documentos, bulas, enseñanza católica: no hay comparación entre él y el obispo de Vitoria, que sale por peteneras y no te quiere contestar».

La abadesa ha tratado de desvincular a Rojas de la operación inmobiliaria que ha agravado su enfrentamiento con el obispo de Burgos y con la jerarquía eclesiástica, aunque ha tratado de evitar que las monjas desvelaran desde cuándo conocen al fundador de Pía Unión y ha restado importancia al peso de esa operación en su decisión.

No obstante, preguntada por esa operación, ha negado que la frustrada venta del convento de Derio (Bizkaia) pueda reportarles 7 millones de euros, cantidad que ve «muy inflada», y que comentó con los obispos en 2021, tras lo que fue rechazada por Roma estar la potencial venta «por debajo de tasación».

«Eso espero», ha respondido al cuestionarle por si, tras abandonar la Iglesia, podrían llevar a cabo finalmente la venta de ese inmueble, con el que pretenden adquirir en propiedad el otro de los conventos asociados, el radicado en Orduña (Bizkaia), donde ha acometido reformas de calado. EFE



16 Comentarios

  1. A hacer chorros todas, o pastas, o lo que sepan. Qué es eso de vivir en un palacio gratis y montar un negocio de la misma manera, a cuenta de la iglesia, o mejor dicho, de sus feligreses.

    • Amigo Manu,
      las religiosas saben hacer muchísimas cosas y muy buenas.
      Ni viven en un palacio, ni viven a la sopa boba.
      Si tan bien crees que viven…. siempre tendrás un huequecito en un monasterio.

  2. El idolo dorado está en todas partes y la religión un negro velo que lo cubre, disfrazandolo de bondad y solidaridad. Que hipocresia. Yo pediría a los que nos administran que cambien el concordato y que ésta iglesia y las otras también paguen impuestos, pueden empezar por el Ticket Bai si realizan actividades mercantiles y después por todo lo demás.

  3. La verdad es que este asunto de las Clarisas está dejando momentos impagables, y nos ha descubierto a personajes que merecen serie en Netflix…

  4. Incluso una nueva desamortización de su bienes, dada su escasa influencia en la sociedad actua no vendría mal.Para así poder amortizar la deuda publica que nos atenaza y para sacar fondos para dar ayudas a las y los jovenes para la compra de viviendas promovidas publicamente y que tanta falta hacen.

  5. Las monjas siempre han sido muy trabajadoras. No sólo hacen repostería, en otros conventos hacen encuadernaciones, o trabajan en hogares de acogida. Y muchas más cosas
    De hecho… Cotizan a la seguridad social

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