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Opinión Norte Exprés

Anoche terminó la octava edición del FesTVal de Vitoria-Gasteiz y, no solo volvió a repetir éxito, subió un escalón respecto a ediciones anteriores. Tiene un primer responsable: Joseba Fiestras. Es un crack, es el p… amo.

No por repetido durante años hay que olvidarlo: trae los mejores estrenos, los actores que no pisarían Vitoria sin su iniciativa, llena el Principal, la alfombra naranja, pone la ciudad en el mapa, en todos los informativos…

Pero en esta ocasión ha habido un par de detalles organizativos que han dado ese salto de calidad. Sin olvidar la tensión que hubo en jornadas precedentes con los destrozos del Principal y que él supo llevar siempre con responsabilidad y una sonrisa.

Este año, decíamos, ha logrado que las cadenas de televisión se vuelquen en las presentaciones. Antaño venían y se sentaban frente a un micrófono y punto.  Ahora montan escenarios dignos de películas. Algunas se han llegado a gastar más de 30.000 euros en decoración. Y otras han metido hasta 70 personas para el trabajo de organización, como es el caso de Movistar.

Los regalos de cortesía a periodistas han crecido notablemente. Un signo de que las cadenas se toman en serio lo que van a contar sobre ellas. Desde tazas, teclados, perfumes… hasta una cámara oculta para cada uno.

Récord por la alfombra

Conseguir que José Sacristán logre el récord de pases por la alfombra naranja (tres veces en esta edición con Papel Pintado, Velvet y en el premio) no es fácil.

Pero menos lo fue la presencia de Iñaki Gabilondo. Fiestras lo llevaba intentando desde la primera edición. ¡Ya ha venido! Y en eso tiene que ver el prestigio del certamen.

Solo falta que las instituciones apuesten mucho más. Y la versión internacional sea una realidad. No a cuenta gotas. Con hechos.

Enhorabuena, Joseba.

 



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