(EFE).- El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), ha recordado hoy a los sacerdotes y religiosos vascos que se opusieron a la represión franquista durante la inauguración del cuarto «espacio de la memoria» de la ciudad, ubicado frente a un convento que se usó como centro de detención.
Urtaran y el teniente de alcalde de Vitoria, Peio López de Munain (PSE), han destapado una placa frente al convento del Carmen que recuerda su uso por el franquismo en un acto en el que han participado todos los partidos políticos del consistorio y el sacerdote Félix Placer, sobrino de una de las personas fusiladas a la que encerraron en este recinto.
El alcalde ha insistido en «poner en valor el recuerdo y la memoria de todas aquellas personas que fueron víctimas del franquismo, bien porque fueron fusiladas o represaliadas» y ha recordado que este convento «fue requisado por las fuerzas franquistas para usarlo como centro de detención».
Urtaran ha señalado que allí se recluyó «a todas aquellas personas que, defendiendo la libertad y la democracia, se opusieron a la sublevación y al régimen franquista», entre ellas José Placer o el poeta Estepan Urkiaga «Lauaxeta», que después fueron fusilados.
Aunque el alcalde ha recordado en este homenaje a todas las personas retenidas allí, también se ha referido a aquellos religiosos vascos que, pese al «apoyo de la jerarquía eclesiástica» al régimen y la sublevación, «no estaban en esa línea».
Entre ellos ha destacado tanto a las religiosas del colegio Sagrado Corazón (usado como cárcel de mujeres) «que no estaban de acuerdo con ese uso», así como a parte de los sacerdotes del Carmen que reprochaban el uso de su convento.
«Es justo reconocer el trabajo de muchos religiosos y católicos vascos que no comulgaron con las líneas de la jerarquía y defendieron la libertad y la democracia, y dieron un trato diferente a aquellas personas que estuvieron presas», ha referido Urtaran.
Un gesto que Placer ha agradecido antes de admitir que la Iglesia «fue culpable» y reclamar «que pida perdón por todo lo que hizo bajo la llamada cruzada, que fue una auténtica rebelión contra un gobierno democrático», y «rinda homenaje» a todas las víctimas.
El religioso ha recordado a su tío como «un hombre muy íntegro, que fue gestor de la Diputación de Álava por ANV, y que fue detenido y fusilado frente al cementerio de Santa Isabel por su militancia», y aunque ha lamentado que el homenaje «llegue un poco tarde» ha destacado que «es importante hacerlo» por «tantas familias vascas que sufrieron la represión».
«Hay que recordar y reparar a las víctimas de aquella masacre», ha reclamado. EFE
Algunos de estos demócratas de nuevo cuño o nacionalistas de pro deberían mirar bien en su árbol genealógico , quizás se llevarían una sorpresita. Si lo saben, lo callan.