En Norte Exprés fuimos testigos ayer de una situación muy triste.
Ayer en el urbano, en una de las paradas, estaba esperando una mujer de unos 60 años que iba en silla de ruedas, que obviamente, pretendía coger el autobús.
La rampa de ese autobús en concreto no bajaba lo suficiente, no quedaba al ras del suelo, con lo que fue completamente imposible que esa mujer accediera al urbano.
El conductor se bajó a intentar ayudarle, pero no lo vieron posible y muy amablemente se disculpó, indicándole que tampoco tenía la seguridad de que el siguiente autobús que venía en 10 minutos, no se fuera a dar el mismo problema.
El conductor fue muy amable con la mujer, disculpándose en todo momento y ella aceptó sus disculpas.
De todas formas, la conclusión es que esa mujer, ni pudo coger el autobús, ni sabemos si pudo coger el siguiente.
Con la guerra que dan las rampas automáticas para sillas de rueda en los autubuses de TUVISA, podrían pensar en sustituirlas por rampas manuales, o al menos las que más problemas den. La única pega es que se tiene que bajar el chófer del autobús a desplegarla, yo las he visto en directo y es un segundo, como abrir una puerta. Mejor eso que no dejar a una persona que lo necesita tirada en la parada del autobús ¿no?