humanidad ? Gorka Urtaran y Peio López de Munain

El gobierno municipal de Vitoria, formado por PNV y PSE que suman 9 de los 27 concejales, se ha quedado hoy solo al no lograr alcanzar acuerdos con la oposición en el debate de enmiendas parciales al presupuesto de 2017, lo que aboca a la prórroga de las cuentas.


La comisión de Hacienda, en la que se han debatido 251 enmiendas parciales al proyecto presupuestario, ha finalizado sin ningún acuerdo de calado y tan sólo se han aprobado 21 enmiendas, todas ellas de carácter técnico.

La sesión, con un tono muy similar a la de ayer cuando se debatieron las enmiendas de totalidad y algunas parciales, ha servido para que los grupos de la oposición (PP, EH Bildu, Podemos e Irabazi) pongan en evidencia la soledad del ejecutivo local, al que han vuelto a reprochar su falta de «voluntad negociadora real».

El dictamen final sobre el proyecto de presupuestos ha sido rechazado por todos los grupos y sólo ha contado con el respaldo del gobierno.

En el pleno previsto para el próximo viernes 27 de enero se someterá a votación este dictamen y, salvo sorpresa mayúscula, volverá a ser rechazado con lo que la prórroga de las cuentas será un hecho.

Al término de la comisión, la portavoz del PP (9 concejales) Leticia Comerón ha lamentado la «oportunidad perdida para Vitoria» y ha insistido en que frente a la «voluntad negociadora» de su grupo, Urtaran ha «preferido dejar a Vitoria sin presupuesto antes que hacerse una foto con el PP».

EH Bildu (6 ediles), único grupo que no ha registrado enmiendas parciales al presupuesto, ha justificado su renuncia porque «presentarlas no significa que se vayan a cumplir» y ha calificado el debate de estos dos días como «estéril y de enfrentamiento».

Su portavoz, Miren Larrión, ha defendido que «es el momento de mirar al futuro tejiendo confianzas proyecto a proyecto»

Para el edil de Podemos (2 representantes), Juan Cerezuela, se ha pasado «de la ilusión al desengaño» por lo que ha reclamado al gobierno que «vuelva a la vía de la negociación tras la patraña presupuestaria».

El único concejal de Irabazi, Óscar Fernández, ha tendido la mano al acuerdo aunque lo ha hecho con condiciones.

Este grupo rechaza apoyar «nada que suponga un retroceso en los aspectos sociales o ambientales» y descarta respaldar unas cuentas que «no contemplen los presupuestos participativos».

El equipo de gobierno por su parte se ha mostrado dispuesto a apurar los siete días que faltan hasta el pleno para intentar algún tipo de acuerdo, aunque la posibilidad parece remota.

La concejala de Hacienda, Itziar Gonzalo, ha afirmado que el presupuesto «todavía tiene su oportunidad» y que «no se puede dar un portazo a la ciudad» rechazando las invitaciones al acuerdo. «Quiero pensar que todavía existe alguna posibilidad para el entendimiento, abandonando posicionamientos inflexibles», ha declarado.

La situación a día de hoy es completamente diferente a la de hace un año cuando las cuentas salieron adelante con el apoyo de EH Bildu, Podemos e Irabazi para «impulsar el cambio en la ciudad» y dar un giro a las políticas del anterior gobierno del PP.

Doce meses más tarde, estos mismos grupos han abandonado al equipo de gobierno y han acusado al alcalde, Gorka Urtaran, de «incumplir» los compromisos acordados.

Si finalmente se prorrogan las cuentas, Vitoria será la única capital vasca en no contar con presupuestos en 2017 ya que Bilbao y San Sebastián los aprobaron el pasado mes de diciembre.



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