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El perfil del usuario del programa del Gobierno Vasco ERDU que atiende a personas con adicciones y en situación de alta vulnerabilidad se corresponde con un hombre con una edad de entre 26 y 59 años, extranjero y alcohólico.

Así consta en la memoria de actividad correspondiente a 2023 de este programa que nació en 2020 durante el confinamiento por la pandemia de la covid, cuando la situación generó un aumento de casos de drogodependencia en un colectivo que presentaba un mayor riesgo de exclusión y alta vulnerabilidad social ya que tuvo que enfrentarse también a la dificultad en el acceso a los recursos sociales y sanitarios, así como a un aumento del riesgo de padecer síndromes de abstinencia.

El Departamento vasco de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales en funciones ha informado este jueves del presupuesto que tendrá ERDU en 2024, 370.000 euros, frente a los 250.000 euros que se destinaron el pasado año.

En 2023 fueron atendidas 303 personas, un 12 % más que en 2022, y de ellas 199 eran casos nuevos. 220 tenían la nacionalidad extranjera y 83 española, y el 85 % eran hombres.

Se llevaron a cabo 9.881 intervenciones (6.716 en 2022) en 49 municipios vascos, 6 más que el año precedente.

El 37 % de los atendidos tenía entre 36 y 59 años, el 34 % entre 26 y 35 años; el 26 % entre 18 y 25 años y el 3 % mayores de 60.

Además, el 89 % estaba en situación de vulnerabilidad residencial.

El objetivo del programa es realizar una atención sanitaria y educativa en coordinación con servicios de Salud y Sociales para mejorar la situación de salud mental, física y psicológica de las personas atendidas.

De esta manera, se contribuye a reducir la conflictividad, a mejorar los flujos de las personas entre sistemas y recursos, así como el acceso de las personas más vulnerables al ejercicio de sus derechos, ha destacado el Departamento.

Los equipos están compuestos por profesionales de Psicología Clínica, Medicina, Enfermería y Psiquiatría, Trabajo Social y Educación Social.

Son cuatro las entidades sociales vascas que unidas impulsaron el proyecto ERDU y que siguen trabajando en él para que llegue a los tres territorios. Se trata de Fundación Gizakia, Fundación Jeiki, Fundación Etorkintza y la Asociación Guipuzcoana de Investigación y Prevención del Abuso de las Drogas (Agipad). EFE



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