La alerta fue rápidamente gestionada por los servicios de emergencia, quienes acudieron al lugar para evaluar la situación.
Las primeras mediciones realizadas con un explosímetro dieron lecturas positivas, lo que llevó a los equipos de emergencia a actuar con cautela. En coordinación con la Ertzaintza y la Policía Local, se procedió a cortar la circulación en la zona afectada como medida preventiva.
Además, se solicitó el corte inmediato del suministro eléctrico tanto del tranvía como del tren, para evitar cualquier riesgo adicional.
Un técnico especializado de la empresa de gas se desplazó al lugar, acompañado por los efectivos de seguridad, para proceder al cierre del suministro y cortar la fuga. Tras una labor conjunta de los equipos de intervención, el suministro de gas fue finalmente detenido a la 01:17 horas sin que se registraran daños personales. Fue el miércoles.