Cuando el Ayuntamiento de Vitoria decidió apostar por el Casco Viejo de Vitoria para su desarrollo comercial eligió una bandera fundamental: la llegada de Adolfo Domínguez a la calle Correría de Vitoria. Se convirtió en el emblema de la operación de regeneración.

Tiempo más tarde, la firma de moda cerró.

Hoy se encuentra okupada por el movimiento feminista Talka.

El propio colectivo señalaba ayer en redes sociales que «llegamos a nuestro local, CORRERIA 33, a Adolfo Domínguez. Incluido en este plan de Arroita&Friends, pagado con dinero público, que lleva casi una década vacío.

Es el nuevo TALKA. Un espacio contra la especulación del barrio, contra la expulsión de las vecinas de clase trabajadora. El barrio es para las que viven en él.

Un Ayuntamiento que sigue ocultando que las casas del casco viejo están en muy mal estado y que no facilita su reparación», denuncian en twitter.

10 COMENTARIOS

  1. Y ni d…s se inmuta. Total, una ocupación más de las muchas que hay. Y sin que nadie mueva ni la ceja.
    Si no supiera que hablan de Euskadi pensaría que se trata de un país sin Ley.

  2. ¿Por qué hay miedo a utilizar la palabra «ladrón» cuando se habla de alguien que se apropia de lo que no es suyo y ya tiene dueño?.

    Y el colmo es que nadie levante la voz, ni mueva un dedo por restituírlo a su legítimo dueño, ni se pongan medios para que esta plaga vaya a más.

  3. ¿Por qué no se llama a las cosas por su nombre?. Yo lo que veo es delincuentes, vengan de Marte, lleven pamela o se alimenten de boñigas.
    D E L I N C U E N T E S.

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