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El Parlamento Vasco, con el voto en contra de PNV y PSE, ha rechazado instar a Salud a revisar los protocolos para que se hagan PCR periódicas a todos los profesionales incluidos en la cartera de servicios sociales y a los usuarios de estos, entre los que se encuentran los empleados de centros de día y atención domiciliaria.

Asimismo, se ha opuesto a que se hagan estas pruebas a todo el personal sociosanitario cuando regrese de permisos y vacaciones, así como a las nuevas incorporaciones como ya se hace con los empleados de las residencias de mayores.

La propuesta rechazada se incluye en la enmienda transada entre Elkarrekin Podemos-IU y EH Bildu, grupo que ha defendido su proposición no de ley original en la comisión parlamentaria correspondiente.

Tampoco ha salido adelante la alternativa de PP y Cs y sí lo ha hecho la de PNV y PSE-EE, en la que la Cámara insta al Ejecutivo autonómico a cumplir los protocolos para garantizar la salud de todo el personal sociosanitario.

La representante de EH Bildu María Garde ha explicado que con su iniciativa buscaba mejorar la orden de Salud del pasado 19 de agosto, en la que se establecía la obligación de hacer PCR a los trabajadores de las residencias de mayores que regresen de permisos y vacaciones y a las nuevas incorporaciones, extendiendo esta obligación a los empleados de centros de día y a los nuevos usuarios, y a las trabajadoras de atención domiciliaria.

Garde ha lamentado que esta orden «se olvida» de estos colectivos. «Si no se les protege estamos desprotegiendo a los más vulnerables», ha indicado la parlamentaria, quien ha puesto como ejemplo que una trabajadora de atención domiciliaria asintomática puede contagiar a los usuarios de las casas a las que acude a lo largo del día.

Jon Hernández (Elkarrekin Podemos-IU) ha lamentado que estos grupos estén «menos protegidos» que los sanitarios de las residencias, cuando los ámbitos de posibles contagios «son muy similares». «Los protocolos están para cumplirse, pero con unos mínimos», ha planteado.

Desde PP +Cs, Laura Garrido, ha considerado adecuado el contenido de la transacción firmada por las dos coaliciones y la ha apoyado.

Por parte del PNV, Maialen Gurrutxaga ha defendido que la orden «no deja fuera a nadie», sino que «responde a realidades diferentes» al indicar que, aunque todos estos trabajadores atienden a colectivos vulnerables «la realidad no es la misma» y el riesgo de contagio es «diferente». «La orden no tiene carencias y las medidas a adoptar dependerán de los ayuntamientos, las diputaciones y de cada momento», ha incidido.

En la misma línea, el socialista Ekain Rico ha afirmado que la orden se sustenta en el «riesgo de cada profesional como agente objetivo de contagios en un medio cerrado», al tiempo que ha manifestado que «hoy la realidad supera» a la iniciativa, tras el anuncio de Sanidad de que empleados de centros de día y trabajadoras a domicilio serán vacunados con las dosis de AstraZeneca.

En la misma comisión se ha aprobado una enmienda a la totalidad de PNV y PSE-EE a una iniciativa de EH Bildu, con la que el Parlamento Vasco insta al Gobierno de Vitoria a continuar recolocando a profesionales de Osakidetza que pertenecen a grupos de riesgo conforme a los protocolos, y a seguir reforzando la enfermería en Atención Primaria con personal previamente contratado para hacer frente a las necesidades provocadas por la covid-19. EFE



1 Comentario

  1. Esta noticia es tremenda y demuestra una vez más que nuestros dirigentes (pnv y psoe en este caso) no saben de lo que están hablando.

    En el caso de los trabajadores de IFBS de Álava (me refiero a trabajadores sociosanitarios de residencias de personas con discapacidad intelectual), la diputación les pone en peligro constantemente (también a los usuarios) permitiendo que los usuarios vayan a pasar el fin de semana a casas de sus familiares sin control alguno (no hay unidad convivencial).

    A otros usuarios que tienen algo más de autonomía les permiten salir sin control alguno aun sabiendo que la mayoría se quita la mascarilla.

    Estos usuarios están en peligro y por ende los propios trabajadores.

    Que no se hagan cribados periódicos ni que se les vacune es de locos. Son ya varios los sustos que va habiendo en estos pisos o residencias y llegará un momento que por desgracia tendrá un triste final. Es más, los trabajadores se llevan el virus a casa.

    Esto es un problema EVITABLE si se revisarán los protocolos de estos pisos o residencias.

    No alcanzo a entender cómo en una residencia de la tercera edad se tiene un control tan férreo (lo aplaudo) y en cambio en un colectivo tan vulnerable como este parece que no se está poniendo ningún interés. En igual sentido para los trabajadores de “campo” ya que los de las oficinas o los directores de área no se molestan en conocer el día a día de estos centros y todas las carencias que tienen.

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