Más del 80 % de los vitorianos creen que su estado de salud, tanto físico como mental, es bueno y un 90 % declara no tener discapacidades, aunque solo la mitad de la población de Vitoria está libre de sufrir algún problema crónico.

Esta es una de las principales conclusiones del diagnóstico del estado de salud de los ciudadanos de Vitoria que servirá de apoyo en la elaboración del tercer Plan de Salud de la ciudad.

En este diagnóstico se constata que en el periodo 2017-2019 la esperanza de vida al nacer de los hombres alcanzaba los 81,7 años y los 87,8 en el caso de las mujeres. De esos años, los hombres esperan vivir 74,2 años con buena salud y las mujeres 77,5.

Teniendo en cuenta un periodo más amplio, de 2010 a 2019, el indicador local de esperanza de vida al nacer aumentó 1,5 años en los hombres y 2,1 en el caso de las mujeres. Durante este periodo la esperanza de vida en Vitoria fue ligeramente mayor que la del conjunto de Euskadi (0,8 años mayor).

MENOS ESPERANZA DE VIDA

La pandemia ha provocado un retroceso en la esperanza de vida hasta valores de 2010, ya que se han perdido 1,2 y 0,9 años de esperanza de vida al nacer en hombres y mujeres, respectivamente.

MORTALIDAD

Paralelamente, la mortalidad aumentó en torno al 18-22 %, lo que supone que por cada mil personas falleció una persona más de lo esperado. Sin embargo, se estima que este impacto será temporal y la mortalidad se recuperará.

El diagnóstico elaborado por el grupo de investigación de la UPV/EHU pone también de manifiesto que pese al buen estado de salud y su mejora durante los últimos años, en Vitoria existen desigualdades en la salud según el barrio de residencia, el nivel económico o el género, entre otros indicadores.

Se ha constatado, por ejemplo, que la tasa de prevalencia estandarizada de diabetes melitus en un barrio con nivel bajo de renta familiar casi duplica a la de los barrios con rentas más altas. Igualmente, en barrios con mayor tasa de paro se registra una mayor prevalencia de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Algo similar sucede en el caso de la salud mental, ya que vivir en un barrio vitoriano con buenas condiciones socioeconómicas supone un menor riesgo de sufrir ansiedad o depresión entre las mujeres o de tener pluripatología entre los hombres.

Este tipo de diferencias no son tan perceptibles en otro tipo de indicadores de salud como el de nacimientos con bajo peso.

En el caso de las desigualdades por género, destaca que los hombres tienen una esperanza de vida 6 años menor que las mujeres. De hecho, pese a vivir más en el caso de las mujeres, 10 de esos años serían con mala salud, frente a los 7 años de los hombres.

Los datos señalan además que las mujeres valoran peor su salud y tienen más problemas de ansiedad y depresión que los hombres.

En cuanto a hábitos alimenticios, predominan las prácticas saludables aunque con diferencias por tramos de edad y nivel socioeconómico.

Por ejemplo, un varón entre 16 y 39 años consume la mitad de fruta que uno de 65 y más años. Además, cerca del 80 % de la ciudadanía se considera activa y más del 85 % no fuma. EFE

1 COMENTARIO

  1. Solo por nacer hombre, tu esperanza de vida es 6 años menor que la de las mujeres. Para conseguir la igualdad deberian destinarse más recursos a la salud de los hombres.

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