El Gobierno Vasco ha rebajado las previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Euskadi para este año al 1,5 %, es decir 6 décimas menos de lo que estimaba hasta ahora que iba a crecer la economía.
El consejero de Economía y Hacienda del Ejecutivo vasco, Pedro Azpiazu, ha presentado este jueves las nuevas estimaciones macroeconómicas para este ejercicio, marcadas por las incertidumbres generadas por la alta inflación y por la continuidad de la guerra de Ucrania.
El Ejecutivo ya había revisado a finales de septiembre del año pasado estas previsiones que habían llegado a prever un crecimiento del PIB para este 2023 del 4,1 %, dos puntos más que lo estimado hasta ahora.
Entonces ya se advirtió de que las previsiones de crecimiento del 2,1 % estaban condicionadas a la evolución favorable de la inflación, algo que no se ha producido.
En cuanto al empleo, hasta ahora se esperaba que la tasa de paro bajara este año al 8,3 % con la creación de unos 12.000 puestos de trabajo. Ahora la estimación es de una tasa del 8,2 %, con 10.000 empleos a tiempo completo.
Para el próximo año el Departamento de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco estima que el PIB de Euskadi crecerá el 2,1 % y que la tasa de paro bajará al 8 %, con la generación también de 10.000 puestos de trabajo.
Azpiazu ha explicado que estas nuevas previsiones se han realizado desde un óptica «conservadora y prudente», conscientes de que el Banco Central Europeo podría continuar elevando los tipos de interés «a máximos históricos» por la inflación, lo que «lastraría el crecimiento».
Como dato positivo, el consejero ha apuntado que este año van a comenzar a llegar al tejido productivo los fondos europeos de recuperación y resiliencia que podrían llegar a añadir al crecimiento previsto entre el 1,6 % y el 2,3 % del PIB anual en el periodo 2021-2026.
Azpiazu ha explicado que «el elevado dinamismo del mercado laboral», unido a las medidas que han puesto en marcha los gobiernos para amortiguar las caídas del poder adquisitivo, y posiblemente también el colchón de ahorro que las familias acumularon durante la pandemia, «han contribuido a sostener el crecimiento económico en niveles significativos».
Por sectores, el Gobierno Vasco espera que la industria, que fue uno de los pilares del crecimiento el año pasado con una tasa media del 4,6 %, superior a la media de la economía (4,4 %), crezca este año el 1,1 % y en 2024 el 1,8 %.
La construcción podría aumentar su actividad este año el 0,6 % y el 1,6 % el año que viene y los servicios, que ofrecieron una imagen «muy favorable en 2022 con un incremento medio del 4,7 %, podrían crecer este año el 1,8 % y el 2,3 % el próximo ejercicio.
Dentro de este sector destaca el fuerte dinamismo que mantiene el bloque de comercio, hostelería y transporte (6,5 %) que fue el más afectado por las restricciones de la pandemia y que se aproxima a los valores de 2019.
Azpiazu ha recordado que la inflación es uno de los «principales condicionantes» del actual momento, por su incidencia en las variables macroeconómicas. En el inicio del año, el IPC ha frenado su descenso y en febrero se situó en el 5,8 %, muy lejos del objetivo del BCE de situarlo en el 2 %.
Ha considerado que se debe esperar que este mes de marzo retome la senda descendente, por comparación con el mismo mes de 2022, que se vio afectado por el encarecimiento de la energía.
Por estas circunstancias se anticipa una moderación del consumo privado durante la primera mitad del año 2023, por el recorte del poder adquisitivo que supone la elevada inflación.
Sin embargo, la subida de precios de consumo se moderará a partir de marzo y eso permitirá una recuperación del consumo de las familias en la segunda mitad del año, según cree el Gobierno Vasco.
También se espera que, pese al dato conocido de enero de crecimiento por encima del 21 %, las exportaciones ralenticen su aportación al PIB, fundamentalmente por la «debilidad» e las economías del entorno, como la alemana.
Por su parte, la inversión mantendrá cierto dinamismo, a pesar del difícil contexto económico, y crecerá en el entorno del 2,4 % en media anual este año.
El consejero ha dicho que aunque se esté produciendo una desaceleración de la economía la impresión del Gobierno Vasco es de cierto «optimismo» porque el crecimiento de la economía en 2022 fue «muy potente» y este 2023 todavía va a mantener uno que va a seguir generando empleo. EFE