El informe anual sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción concluye que la totalidad de la población y el 99 % del territorio vasco estuvieron expuestos el año pasado a unos niveles insalubres de contaminación.
Ese grupo ha expuesto que «la contaminación del aire repunta en Euskadi por efecto de la reactivación económica, aumento del tráfico y el cambio climático».
Según han reflejado en ese informe, finalizadas las restricciones de la movilidad por la pandemia, el intenso calor y la falta de lluvias dispararon en 2022 los episodios de partículas y ozono.
El informe analiza los datos recogidos en 780 estaciones oficiales de medición instaladas en toda España, entre ellas 57 situadas en el País Vasco y ha concluido que durante 2022 la calidad del aire en Euskadi ha empeorado respecto a los años 2020 y 2021.
En concreto, se registró «un aumento significativo de los niveles de ozono y partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), y más matizado de dióxido de nitrógeno (NO2), aunque sin alcanzar este último contaminante las concentraciones habituales en años anteriores a la pandemia».
Ecologistas en Acción toma como referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, y, según esos umbrales, «el aire contaminado afectó en 2022 a la totalidad de la población».
Siete de cada diez vascos respiraron en 2022 un aire que incumpliría los nuevos estándares legales propuestos por la Unión Europea para 2030, en el proceso de revisión en curso de la normativa de calidad del aire, lo que expresa la magnitud del reto a asumir por las administraciones en los próximos años para alinearse con la futura legislación, ha indicado.
El año pasado «fue muy seco y el más cálido en España desde al menos 1961» y la estabilidad atmosférica activó los episodios de contaminación por partículas, en su mayor parte procedentes del norte de África.
«El extremado calor estival contribuyó al aumento del ozono, en especial durante las olas de calor de junio, julio y agosto» y «el cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire», ha sentenciado ese estudio.
El factor esencial para explicar el repunte de la contaminación atmosférica es la recuperación de la movilidad motorizada y de la actividad económica previas a la pandemia.
«El Gobierno Vasco sigue incumpliendo su obligación de aprobar un plan de lucha contra la contaminación por ozono en la zona Valles Cantábricos, al Sur de Álava», han denunciado desde Ecologistas en Acción.
A su entender, «la única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio».
Además, han pedido «promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión, designar un área de control de las emisiones del transporte marítimo en el Atlántico Noreste y una moratoria de las nuevas macrogranjas ganaderas».EFE