Urtaran es el heredero de Cuerda. Este último hizo lo imposible para que Vitoria perdiera el tranvía. El actual primer edil no está haciendo nada serio para lograr su ampliación. La debilidad de su gobierno y las dudas ponen en riesgo un sistema de transporte que se ha revelado exitoso. Se repetirá la historia?
Mirando al pasado
José Ángel Cuerda empleaba a menudo la frase “no es nuestra competencia pero es nuestra incumbencia” para destinar fondos del Ayuntamiento a cuestiones sociales de las que legalmente se tendrían que ocupar otras instituciones. Esta actitud puso a Vitoria muy por delante en lo social, pero a cambio de duplicar algunas competencias, lo que provocaba a veces un mal funcionamiento del sistema de ayudas. “Más que forzar a otras instituciones a hacerse cargo, a veces parecía que se relajaban, ya se encarga Cuerda”, recuerdan algunas fuentes.
La ciudad balneario
La red de centros cívicos ha cuajado en la ciudad, es una de las señas de identidad más evidentes de Vitoria.
Pero hay quien asegura que se come gran parte del presupuesto anual de la capital. En la época de Alfonso Alonso se llegó a escuchar que es una hipoteca demasiado cara, que habría que echar cuentas de a cuánto sale por cada usuario y que Vitoria se ha convertido en una ‘ciudad balneario’.
Son cuestiones para el debate, pero lo único cierto es que todos los nuevos barrios han demandado estas instalaciones y que a nadie se le ha ocurrido negárselas.
Las grandes infraestructuras
En el debe de los 20 años de alcaldía de José Angel Cuerda se sitúa la ausencia de infraestructuras importantes en la ciudad. Un caso paradigmático es el de la llegada del tranvía a Vitoria. En 1996, el consejero socialista José Antonio Maturana ofreció a la capital una línea financiada al 100% por el Gobierno vasco. Cuerda lo rechazó y ese tranvía se construyó en Bilbao.
En 1999 se retomó el proyecto aunque el Ayuntamiento y la Diputación tuvieron que hacerse cargo de una parte importante de la inversión, 11,5 millones de euros cada uno.
Otro capítulo fue el de la estación de autobuses. Se construyó la ‘provisional’ de la calle Los Herrán para evitar problemas a los usuarios mientras se erigía la nueva ‘Estación Ibarrola’ de la calle Francia. Las obras comenzaron en 1993 y nunca llegaron a terminarse. Una estación que también iba a salirle gratis al consistorio, que acabó en un lío político importante y con el museo Artium tapando el agujero que dejaba el proyecto fallido.
La infraestructura más ambiciosa de la época Cuerda fue el Palacio Europa, un Centro Cívico que integraba un palacio de congresos. Una buena idea que caducó cuando se comprobó que compaginar ambas funciones era complicado. Vitoria ha
visto históricamente muy limitada su capacidad congresual. Hasta ahora, en que la reforma del edificio permite aumentar el aforo de las salas y podrá acoger congresos de mayor envergadura.
Cuestión de prioridades
Cuerda fue un alcalde distinto. Tenía muy claro el modelo de ciudad al que aspiraba. Fue el más ambicioso en las políticas de gasto social y convirtió a Vitoria en un referente. Pero en un momento de desarrollo económico, de ventas de parcelas y con menos pobreza en la calle y sin tantos inmigrantes y vitorianos que necesitan ayudas.
Por fín se ve la verdadera cara de Urtaran y su NO a la ampliación del tranvia. Ante el rechacho vecinal a su entusiasta propuesta del BirriaRT, en vez del tranvía, no tuvo otra opción que recular y aceptar la ampliación de éste. Pero a la primera de cambio paraliza dicha opción.Achacando a la falta de acuerdo con la oposición, dicha paralización.
El chico veleta, que gira hacia donde da el viento sin dar un palo al agua, hace suyas las ideas del Cuerda, su padrino político y mentor, al cual desde que es alcalde ha entregado 245.000€ para esa asociación que el exalcalde ha montado y de los que no rinden cuenta a nadie. Caro nos sale el Cuerda y su buenismo.
Cuerda acabó con caceroladas debajo de su casa su legislatura. Urtaran no tiene buena pinta desde un comienzo y ya se nos está haciendo demasiado larga la suya.
¿Es el Cuerda de las caceroladas, el del enchufismo, el de colocar a los amigos, el de dar dinero público a asociaciones sin ton ni son, el del no al tranvía, el de la Vitoria de la especulación, el modelo a seguir por Urtaran? Es evidente que sí..
No necesitamos políticos corruptos vestidos o disfrazados de buenismo social, necesitamos buenos gestores, y eso el incapaz de Urtaran no sabe ni lo que es ni lo que significa.
Ya se ve que no es casualidad que siempre que hay Gobierno PNV por doquier, Alava se paraliza,cualquier proyecto es una quimera para Alava y los Alaveses,al haber los máximos mandatarios PNV en Diputacion y Ayuntamiento ,estos se doblegan a sus jefecillos del Gobierno Vasco,gracias a Bildu y el pacto para derrocar al PP estaremos otros cuatro años con ciertos politicos para Alava de «pacotilla»,por decir algo respetuoso y publicable.
El hipócrita de Urtaran quiere meternos el autobús ese de cualquier manera. Ya ni disimula, es un vendido. Cobrarán comisiones por implantarlo?
Y que paso con los 60 millones que faltaron en el Ayuntamiento?
Donde se fueron los millones?
Porque el Ayuntamiento tiene que soportar todos los gastos públicos?
Y cuanto recauda Hacienda?
Donde va el dinero público que recauda Hacienda?
Porque no se blinda <
>entonces el dinero publico con la finalidad de gasto público y no como gasto político??Todas las ciudades geandes con muchos habitantes tienen bus!!
Todas tienen tranvía!!
Todas tienen taxi!!
Pero hay que tenerlos en condiciones