En esta época de pactos electorales y gobiernos de coalición, en España hay 109 municipios en los que nadie piensa en llegar a acuerdos tras las elecciones, ya que, gracias al régimen de concejo abierto, los ciudadanos de estas localidades eligen de manera directa al alcalde: el que más votos tenga, gobierna.

Es el único caso en el que se hace directamente realidad la frase de Mariano Rajoy de que «es el alcalde el que quieren los vecinos que sea el alcalde».

Como recoge la ley 9/2009, de 22 de diciembre, el régimen de concejo abierto es un sistema de organización en el que municipios de menos de cien habitantes se rigen por un sistema asambleario en el que no existen órganos municipales, sino una asamblea vecinal que funciona como pleno del ayuntamiento, por lo que todos los vecinos ejercen como concejales.

«Es una forma organizativa de democracia directa que disfrutan determinadas entidades locales, diferente al régimen de democracia representativa propio de los ayuntamientos», indica el texto.

Según refleja el BOE, esta fórmula organizativa tiene «honda tradición en España» y se aplica en pequeñas comunidades rurales.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Política Territorial, la mayoría de municipios que disponen de régimen de concejo abierto se ubican, a fecha de marzo de 2023, en Aragón (70), seguidos de Castilla y León (20), Castilla-La Mancha (11), Cataluña (6) y la Comunidad Valenciana (2), por lo que serán 109 municipios los que ejercerán la democracia directa el próximo 28 de mayo.

¿CÓMO FUNCIONA LA ASAMBLEA?

Las reuniones de la asamblea tienen lugar en la casa consistorial del municipio, en un edificio público, plaza «u otro lugar adecuado»; se celebran, como mínimo, cada tres meses y deben asistir al menos un tercio de los componentes.

Los acuerdos de la asamblea se adoptan por mayoría simple de los vecinos presentes, de manera que esta mayoría se da cuando los votos afirmativos son más que los negativos.

En resumidas cuentas, la asamblea tiene las mismas atribuciones que el pleno de un ayuntamiento y las competencias del alcalde son las mismas que tendría en cualquier otro municipio.

LOS CONCEJOS DE ÁLAVA

Álava es el único territorio de Euskadi que cuenta con concejos o juntas administrativas. No son municipios, sino entidades de ámbito territorial inferior al de la localidad, aunque tienen personalidad jurídica propia y autonomía para gestionar algunas cuestiones.

En este territorio histórico hay en la actualidad 336 concejos que pueden por ejemplo construir instalaciones públicas, contar con una «policía de caminos rurales, montes y fuentes», administrar su patrimonio -incluido el forestal-, así como ejecutar obras y prestar algunos servicios.

Hay dos modelos de funcionamiento: concejo abierto, en el que las decisiones se toman de manera asamblearia aunque la gestión recae en una junta elegida por votación; y concejo cerrado, en el que las decisiones y la gestión recaen en manos de una junta, elegida también por los vecinos.

Su funcionamiento está regulado por la Norma Foral de Concejos del Territorio Histórico de Álava. EFE



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